Nueva Delhi. Sebastian Vettel es el único piloto que parece disfrutar los últimos coletazos de la temporada. El Gran Premio de la India evidenció de nuevo la dictadura del Red Bull del piloto alemán mientras el resto de sus compañeros sólo piensa ya en la próxima temporada. "De aquí a un tiempo nadie va a recordar si en 2011 quedamos segundos o terceros, pero lo que hagamos ahora nos puede ayudar para el campeonato de 2012", aseguró Fernando Alonso tras arañar un tercer puesto que de poco le sirve en sus menguantes opciones para el subcampeonato. La India fue un episodio más del serial protagonizado por el pequeño káiser, una serie en la que todos los demás parecen relegados a un papel secundario.

Vettel consiguió en el nuevo trazado de Buddh la pole, la victoria y la vuelta rápida, dejando la única emoción del día en la lucha por el podio entre Alonso y Mark Webber y el enésimo choque entre Lewis Hamilton y Felipe Massa. Ferrari parece haber consolidado su papel de tercera escudería del año, algo que no complace ni a los gestores de Maranello ni al propio Alonso. La escudería italiana, como casi todas, ya ha empezado con las pruebas de cara al año que viene y, en la India, Ferrari sacó un alerón frontal nuevo, un paso más respecto a la nariz totalmente renovada que presentaron los monoplazas rojos en Corea. La prueba parece haber convencido, aunque uno de los frontales que trajeron acabó destrozado tras el accidentado fin de semana de Massa, que a su mala relación con los pianos del circuito indio unió una nuevo encuentro desgraciado con Lewis Hamilton. El de McLaren embistió a Massa y eso relegó a Hamilton a una séptima plaza intrascendente, ya que el segundo puesto de su compañero, el británico Jenson Button, aseguró el subcampeonato de escuderías para McLaren en detrimento de Ferrari.

El circo de Bernie Ecclestone debutaba en la India con muchas dudas sobre la capacidad del país para organizar un acontecimiento de envergadura. Se estrenaba entre críticas por el alto coste -unos 400 millones de dólares- por traer un espectáculo muy elitista, con entradas de hasta 300 dólares, a un país emergente con grandes desigualdades sociales. A las quejas se unieron campesinos locales que denunciaron haber recibido por sus tierras mucho menos del valor real de mercado para construir el circuito de Buddh.

El Campeonato Mundial de este año se completará con la excursión a Abu Dabi en dos semanas y el cierre en el ya clásico circuito brasileño de Interlagos a finales de noviembre. Con lo importante decidido, solo parece quedar la emoción de cuántas plusmarcas más superará Vettel -en Buddh superó a Hakkinen en número de victorias, con 21- mientras el resto de equipos ya piensan en cómo escribir una historia diferente el año que viene.