GASTEIZ. El vitoriano ha informado de los planes de su expedición desde el Campo III de esta montaña, situado a 7.400 metros de altura, desde donde mañana espera comenzar el ataque definitivo a la cumbre dado que las previsiones meteorológicas son buenas.

Oiarzabal ya ha hecho la aclimatación necesaria en el campo y confía en que el buen tiempo continúe y mañana les permita partir hacia la cumbre.

"Hoy es nuestro día de reflexión, hay que estar relajados, descansar, alimentarse e hidratarse, y mañana estar muy atentos y controlar cada movimiento", ha aclarado el alpinista vitoriano.

Oiarzabal espera acabar y romper el gafe que le persigue en sus dos últimas expediciones al Manaslu, que se han visto abortadas por las malas condiciones climatológicas.

En la aventura que emprendió el pasado día 3 de septiembre, tuvo también unas malas jornadas con lluvia y nieve que le hicieron temer por el desenlace de la expedición, aunque la ventana de buen tiempo que se ha abierto en el Manaslu le va a ayudar a emprender el camino hacia la cumbre.

El vasco espera lograr un nuevo ocho mil en su trayectoria y lograr la vigésimo quinta ascensión de su carrera, que le dejaría a solo cuatro cimas, Broad Peak, Nanga Parbat, Shisha Pangma y Daulaghiri, de lograr una nueva gesta y volver a ascender por segunda vez los catorce picos más altos de la tierra.