madrid. El Real Madrid consiguió una abultada victoria ante el Rayo Vallecano (6-2), que dejó muy buena imagen en el Santiago Bernabéu, ocho temporadas después de su última visita, y rompe su racha de dos partidos sin vencer pero no la crisis de juego que atraviesa el conjunto blanco, en partido correspondiente a la sexta jornada de la Liga.
Sufrió mucho más de lo esperado el Real Madrid para derrotar a un Rayo Vallecano muy valiente que, tanto cuando fue por delante en el marcador, como cuando fue por detrás, no renunció al fútbol ofensivo, a la posesión de la pelota y que mantuvo su línea de presión en los tres cuartos de campo.
Solamente necesitó 15 segundos el Rayo Vallecano para robar la pelota al Real Madrid, que sacó de centro, y establecer el 0-1 en el marcador después de que Michu aprovechara un mal despeje de Casillas a disparo de Tamudo. Este gol en contra, el más rápido en la historia del Real Madrid como local en Liga, dejó al equipo K.O. y provocó los primeros pitos de la temporada.
Con este panorama, Mourinho, que cumplía 350 partidos oficiales en las diferentes ligas como entrenador, dio entrada a Özil por Lass Diarra el minuto 37 y con el alemán en el campo el juego del Madrid encontró un canalizador de su ansiedad y un organizador que puso orden y a la potencia de los blancos.