buenos aires. El River Plate argentino, que el pasado domingo descendió a la B Nacional por primera vez en sus 110 años de historia, no jugará en toda la próxima temporada en Nacional B en su estadio, el Monumental, que ha sido clausurado con 20 partidos de sanción. Los incidentes dentro del estadio y fuera de él después de la tragedia del equipo contra Belgrano han obligado a tomar medidas drásticas. Así las cosas, River, en su primera campaña de la historia en la Segunda División argentina, jugará todos sus partidos lejos del Monumental. Incluso podría comenzar la temporada con puntos negativos.

Por otro lado, el club designó ayer a Matías Almeyda como nuevo entrenador tras la dimisión presentada por Juan José López. La comisión directiva aprovechó el nombramiento para respaldar también la labor del presidente Daniel Passarella, que ha sido el blanco de las críticas tras el dramático descenso después del empate encajado ante Belgrano en el partido de vuelta de la promoción (1-1) y tras el 2-0 de la ida.

El elegido será alguien de la casa, aunque, a sus 37 años, sin experiencia en los banquillos, ya que, hasta el domingo era jugador de River Plate. En su primera experiencia en los banquillos, estará acompañado por Gustavo Zapata como ayudante y Alejandro Kohan como preparador físico.