milán. Contador ha ganado su segundo Giro con una contundencia que se mide en tiempo: más de seis minutos de ventaja sobre el segundo, Scarponi. Tan contundente como su pedaleo, el baile alegre en las montañas, son sus declaraciones. "El Tour del año pasado lo siento mío. Nadie me lo puede quitar, absolutamente nadie", responde cuando le preguntan por ello. A otra pregunta relacionada con el asunto prefiere no contestar. "Otra pregunta". Y así maneja la rueda de prensa. Con la maestría con la que corre en bicicleta.
Ha ganado dos Giros. ¿Los siente de forma diferente?
Al Giro de 2008 no quería venir. Lo hice obligado por el director y los intereses publicitarios del patrocinador. Vine pensando en hacer una sola semana, pero los resultados me fueron animando. Fue un Giro en el que sufrí muchísimo. En los finales en alto luchaba por perder el menor tiempo posible en vez de pensar en sacarlo. Este año ha sido diferente. Llegué muy bien preparado y mentalizado. Antes había reconocido las etapas más peligrosas. Vine concentrado en luchar al cien por cien por la victoria y lo he logrado. Eso me deja la satisfacción del trabajo bien hecho. Los dos Giros han sido muy especiales en cuanto a sentimientos. El de 2008 es uno los grandes recuerdos de mi carrera. Este también ha sido especial por la cantidad de circunstancias que lo han rodeado.
¿Ha tenido momentos malos? ¿Algún día ha visto que el Giro se le ponía cuesta arriba?
Ha habido momentos de duda, claro. Sobre todo la primera semana, que era llana y no se podían sacar conclusiones. A medida que llegó la montaña fue mejor. Hubo algún día que no tuve buenas sensaciones, pero la verdad es que al final se me dio bien y lo salvé sin problemas. De todas maneras, no ha habido ningún día en el que haya pensado que era imposible ganar el Giro.
¿Y el Tour? ¿Piensa que es posible ganar el Tour?
Ahora quiero disfrutar al máximo de este Giro. Luego hablaré con Riis, veré cómo me recupero y tomaremos una decisión.
¿Sigue sintiendo suyo el Tour del año pasado?
Claramente. Ese Tour es mío y no me lo puede quitar absolutamente nadie.
Siempre ha corrido para ganar y, con ello, disfrutar, pero en este Giro, con el caso del clembuterol en el TAS, ¿ha querido demostrar algo más?
No, para nada. Mi objetivo era luchar por ganar, que es a lo que siempre salgo en las carreras. Lo he conseguido y he disfrutado de una forma increíble con el recorrido, la gente… Pero en ningún caso corro para demostrar nada.
¿Y por el reconocimiento? Dicho de otra manera: ¿Se pueden interpretar las etapas que ha regalado como un esfuerzo por ganar popularidad?
Cuando ha pasado con Rujano o algún otro día, lo he hecho porque lo creía conveniente, me apetecía o me salía del corazón. ¿La popularidad? Siempre quieres que la gente te apoye, pero haces las cosas porque te salen de dentro y no por lo que vaya a pensar la gente.
El ciclismo es un deporte al que azota el descreimiento. ¿Qué les diría a los que no confían en él para que rectificasen?
Que fuesen un día al Zoncolan. O a la Marmolada. O a esta misma plaza de Milán. Cuando lo vean, se darán cuenta del encanto que tiene este deporte.