Si los Lakers logran la victoria en un partido de play off en el que Kobe Bryant y Pau Gasol firman una de las peores actuaciones que se les recuerda, el rival está poco menos que perdido. Los Hornets desaprovecharon la madrugada de ayer la ocasión de meterle una puñalada definitiva al conjunto angelino, que podría haberse marchado del Staples Center con dos derrotas y seriamente tocado. El equipo de Monty Williams tuvo en su mano la machada, dejar al campeón al borde del precipició, pero dejó que se le escapara. Y puede pagarlo caro.
Los Lakers equilibraron la eliminatoria tras imponerse al equipo de Nueva Orleáns (87-78) en un partido pobre, en el que la solidez interior de Andrew Bynum (17 puntos y 11 rebotes) y la aportación del ya nombrado mejor sexto hombre de la competición, Lamar Odom (16 puntos), resultaron decisivas. La aciaga noche de los dos principales estiletes del conjunto californiano quedó minimizada por la buena disposición defensiva de la segunda unidad, donde Shannon Brown y el eléctrico Barnes se encargaron de cerrar las vías de acceso al aro para unos Hornets que subsistieron en el partido gracias a la inspiración de un antiguo laker como Trevor Ariza (22 puntos).
Bryant, bien amarrado por el alero de origen dominicano, abandonó el parqué del Staples Center desquiciado y con una técnica en el zurrón. Sus estadísticas (11 puntos con una serie de 3 de 10 en tiros de campo) reflejaban el excelente despliegue de los Hornets para anular a la principal amenaza ofensiva del equipo de Los Ángeles. Su habitual escudero, Pau Gasol, no estuvo mucho mejor. Como en el primer partido, anotó poco, reboteó lo justo (8 puntos, con 2 de 10 en tiros, y 5 rebotes) y fue claramente superado por un Carl Landry que le está dando muchos quebraderos de cabeza en el arranque de la eliminatoria. Aun así, pese al desacierto de sus dos principales figuras, los Lakers ganaron y siguen vivos.
En la misma línea se mostraron los Spurs. El equipo texano sufrió para vencer (93-87) a unos coordinados Grizzlies, que incluso llevaron la iniciativa durante buena parte del partido. Al final, el retorno de Ginóbili -máximo anotador de San Antonio con 17 puntos- tuvo su efecto y la serie se marcha a Memphis en completo equilibrio.
En el tercer encuentro de la madrugada de ayer los Thunder despacharon sin piedad (106-89) a unos Nuggets que cedieron el partido en el primer cuarto. Durant (23 puntos) y Westbrook (21) volvieron a ser determinantes, demasiado para el conjunto de Denver.