"Duermo como un bebé, pero lo que me corroe es que se me impide trabajar". La vida de Luis Fernández ha dado un giro importante en las últimas fechas, y es que una sanción de la FIFA le impide realizar su trabajo al frente de la selección israelí. Pese a la tranquilidad que pretende demostrar el técnico francés, la Federación de Israel la ha dado de margen hasta el 4 de marzo para que solucione el litigio que mantiene con el Al-Rayyan catarí, a quien, supuestamente, adeuda cerca de 400.000 euros. El exentrenador del Athletic aseguró en una entrevista publicada por L"Equipe, sentirse "la víctima" de un suceso del que dice no entender nada.

Los hechos se remontan al año 2005, cuando Luis Fernández se convirtió en entrenador del equipo de Qatar. Su aventura no resultó demasiado positiva, ya que solo aguantó seis meses, entre junio y noviembre. Entonces, una oferta del Bétar de Jerusalén le hizo cambiar de aires. Desde entonces, el Al-Rayyan asegura que el técnico de Tarifa les adeuda 400.000 como compensación por haber dejado el club rumbo a otro equipo.

Como consecuencia de la denuncia del conjunto catarí, con quien El Machote llegó a disputar una final de la Copa de la Liga, la FIFA metió cartas en el asunto. Ahora, cinco años y medio después de aquello, la institución se ha posicionado al respecto y ha decidido suspender la licencia del técnico tarifeño hasta que no se solucione el litigio.

"No sé lo que ha pasado ni lo que ha podido ocurrir entre los dirigentes", añade Luis Fernández en la entrevista al diario francés. Y es que la decisión de la FIFA ha pillado por sorpresa al de Tarifa, quien afirma tener pruebas de las transferencias del Bétar al Al-Rayyan porque "había acuerdo entre los dos clubes para saldar la indemnización", tal y como recoge el contrato que le unió al conjunto israelí.

La principal queja del extécnico rojiblanco se centra en el comportamiento que ha tenido la institución futbolística, a quien critica la actitud que está teniendo. "La FIFA no ha querido organizar ninguna reunión entre las tres partes y tampoco ha llevado a cabo una investigación", señala el entrenador, que lamenta que se le apunte como "el único concernido" y que hayan decidido suspenderle.

ultimátum israelí La suspensión del técnico no solo ha afectado a su imagen y a su condición de entrenador, ya que de prosperar la sanción de la organización, el técnico perderá su puesto como entrenador de la selección de Israel, ya que la Federación de fútbol del país le ha dado de margen hasta este viernes para que solucione el litigio y no tengan que verse en la obligación de romper el contrato que les une.

Con la intención de que todo se solucione de una manera favorable a los intereses del de Tarifa, sus abogados se han puesto manos a la obra para aclarar la situación. Así, dos son las estrategias legales en las que están trabajando. La primera pasa por denunciar a la FIFA en una jurisdicción nacional para obtener la anulación de la sanción o su invalidez hasta que finalice el contencioso. De no surtir efecto, el segundo paso sería llevar ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para denunciar "un proceso injusto y una violación de las libertades fundamentales", explica a L"Equipe el letrado Jean-Jacques Bertrand.