la final de la Liga de Fútbol Americano (NFL), un evento que engancha a más de cien millones de espectadores en televisión, es todo un acontecimiento en Estados Unidos pero hay quien, por encima del juego, prefiere los ingeniosos anuncios que se emiten durante sus múltiples interrupciones. Más de 93.000 espectadores verán en el Cowboys Stadium, de Arlington (Texas) cómo Christina Aguilera interpreta el himno estadounidense antes del duelo y disfrutarán de The Black Eyed Peas al descanso.

El coste medio por entrada es superior a los 3.600 dólares (2.650 euros). ¿Caro? No. Sobre todo si se tiene en cuenta los 3 millones de dólares (2,2 millones de euros) que las empresas pagarán por un anuncio de treinta segundos en pantalla.

Según las estimaciones de varias compañías, las limitaciones que sufrió el Recession Bowl del año pasado han disminuido. Si hace 12 meses las tarifas oscilaban entre los 2,5 y los 2,9 millones de dólares (1,8 y 2,1 millones de euros) por anuncio publicitario, ahora rondan los 2,8 y los 3 millones de dólares (2 y 2,2 millones de euros).

Algo lógico cuando la edición pasada registró una audiencia de 106,5 millones de personas, en el que fue el programa más visto en la historia de la televisión de Estados Unidos, tras batir el final de la serie M-A-S-H. Además la zona de Dallas espera superar su récord de visitantes y de ingresos relacionados con el evento deportivo, que se espera sobrepasen los 200 millones de dólares (147 millones de euros).

Además Hollywood no es ajeno a un mercado con tanto potencial. Los estudios tienen previsto promocionar al menos trece de las grandes películas que se estrenarán en el país en los próximos meses, como es el caso de Transformers: Dark of the Moon, Super 8, Thor, Captain America: The First Avenger, Pirates of the Caribbean: On Stranger Tides y Cowboys and Aliens", previsibles éxitos de taquilla el próximo verano.

Y también habrá espacio para estrenos que se avecinan como la comedia Just Go With It, con Adam Sandler y Jennifer Aniston; la cinta de ciencia ficción Battle: Los Angeles; el thriller Limitless, con Bradley Cooper, o el filme de animación Rango.

La cadena Fox, que emitirá el partido en directo, ganará más de 200 millones de dólares (147 millones de euros) por la publicidad. Muchas de esas marcas corresponden a la industria del automóvil, entre ellas Audi, BMW, Kia, Hyundai, Volkswagen, Chrysler, Chevrolet y Mercedes-Benz, que debuta en estas lides.

Por ejemplo, Best Buy, la mayor cadena minorista estadounidense de venta de artículos electrónicos, pretende dar que hablar y para ello ha pagado un millón de dólares (736.222 euros) al cantante adolescente Justin Bieber para protagonizar un anuncio futurista junto al rockero Ozzy Osbourne.

El año pasado se emitieron durante la Super Bowl un total de 104 anuncios que sumaron cerca de 48 minutos, según la empresa especializada Kantar Media, lo cual deja claro la competitividad de la cita. Cuatro horas de partido. Un título en juego sobre el campo, y otro en las ondas. ¿Quién despuntará?