zalla. "Para estas ocasiones tenían que prever contar con ocho pelotas en vez de seis". Habla Gorostiza, intendente de Asegarce. En sus manos, la caja sagrada. El componente litúrgico de las elecciones de material. Las cuatro paredes sobre las que se vertebra el juego. Seis cueros. Tres por pareja -105,7; 106,9 y 105,7 gramos de peso para los vizcaínos y 105,2; 105,6 y 105,8 para los navarros-. El cazatalentos de Asegarce, nombrado coordinador de la pelota base, mira al suelo, al piso negro. Áspero contempla a los contendientes. Por un lado, Aimar Olaizola y Aritz Begino. Por el otro, Pablo Berasaluze y Alexis Apraiz. El gernikarra musitaba, cuando Juan Mari Juaristi sacaba del cestaño todos los cueros elegidos, cinco minutos apenas de probaturas, que había que dejar las pelotas pronto "porque sino no llegan al sábado". Y es que en el Mimetiz, como rezó el zaguero vizcaíno, "pasará como en Mungia, que nos quedamos sin pelotas a medio partido". Por esa razón, el delantero goizuetarra y el zaguero de Auza se decantaron por un material más botón de lo habitual en la pareja de Asegarce. "Nos ha costado encontrar lo que queríamos. Los cueros botan bastante, pero supongo que será por el frontón".

De esta manera, como previsiblemente las pelotas se gastarán muy rápido, lo más seguro es que el duelo del próximo sábado se convierta en un combate maratoniano al abrigo del azul del Mimetiz. De ser así, los actuales líderes del Parejas tendrán muchas papeletas de hacerse con el duelo, ya que poseen los mimbres de una pareja más resistente a la dureza de los duelos. Los vizcaínos, más acostumbrados al remate en la delantera y a los encuentros a toda velocidad, sufrirán para imprimir su estilo, por eso han decidido sacar pelotas más vivas. "El frontón sigue estando bastante seco veremos como rinde el sábado", afirmó Apraiz. "Poco a poco vamos a más. Eso se está viendo, si conseguimos jugar como ante Irujo y Merino II, podemos plantarles cara", añadió el gernikarra.

entrenamiento de aimar y aritz "Aún no he vuelto al 100% de mis posibilidades", admitió Aimar Olaizola, quien, tras el apartado de material, se quedó entrenando en la cancha del frontón junto a su compañero e Iñigo Leiza, que formó con Iñaki Iza como zaguero. En el duelo se atrevió el de Auza a colocarse en los cuadros alegres, relegando al cuatro veces campeón del Cuatro y Medio a los cuartos traseros de la pareja. "Así hacemos más pareja", gritó, con sorna, incluso, el delantero navarro en su nueva demarcación.

Asimismo, el goizuetarra afirmó que "hace dos meses y medio no se podía imaginar que iba a estar compitiendo así con grandes jugadores. Poco a poco me estoy quitando los miedos del principio". Sin embargo, Olaizola parece estar recobrando las sensaciones y su juego. "El golpe lo tenía, pero falta coger todavía ese punto necesario que dan los partidos", concluyó el manista navarro.