VALDEBEBAS. Para el técnico luso, el problema de sus futbolistas no es físico, "porque están preparados para aguantar", pero añadió que sufren un problema mental por no estar acostumbrados a jugar en los últimos años cada tres días.
"En un mes hemos jugado nueve partidos. Para jugadores que están habituados a hacerlo no es un problema. Pero estos jugadores no están acostumbrados a hacerlo. Hace un par de años largos que el Real Madrid es eliminado en Copa a la primera. Hace seis o siete años que a la primera eliminatoria de Liga de Campeones están fuera también. Son jugadores habituados a jugar un campeonato nada más", comentó.
"En este momento estamos jugando campeonato, Copa y Liga de Campeones. Con todo respeto al Olympique de Lyon, que nos ha ganado siempre. Pero con respeto, les ganaremos y seguiremos en Liga de Campeones. Se tienen que habituar mis jugadores. Espero que el año que viene estén mejor, que el siguiente mejor aún y en tres años mejor. Nuestro objetivo es jugar todas las competiciones hasta el final. Por mala suerte o por circuntancias, estos jugadores no estaban acostumbrados", insistió.
"El cansancio no es físico. Están preparados para jugar desde ese punto de vista, no es un problema. Desde el punto de vista mental, cuesta un poco la adaptación a jugar cada tres días, con partidos a tope como el Sevilla, el derbi, Osasuna fuera... Pero estos jugadores son hombres. Como hombres son jugadores de otros equipos y hay otros equipos donde los jugadores juegan cada tres días. Es una cuestión de hábitos. Un hombre es un animal de hábitos, un jugador es un hombre, luego un jugador es un animal de hábitos", apuntó.
Sin embargo, Mourinho afirmó que su equipo "está bien" y listo para afrontar la vuelta de una eliminatoria ante el Sevilla que "quedó abierta" y que podría dar acceso a los blancos a la final de la Copa del Rey.
"Después de la victoria en Sevilla en el primer partido vi al equipo muy bien e ilusionado por intentar llegar a la final. Hace muchos años que el Madrid no llega. Estamos a un partido. El resultado está abierto. El equipo está bien. Quiere jugar y hay que intentar llegar mañana a una final a la que hace unos años que no llegamos", comentó.
También criticó a la prensa por no aclararse cuando habla sobre la necesidad o no de rotaciones en sus jugadores: "Después del partido con Mallorca leí lo contrario. Fui criticado porque hice rotaciones y porque el equipo no dio la talla en la primera parte. Después sacamos a los otros. Tenéis que decidiros cual es la línea, para saber cómo tengo que hacer las cosas. O una cosa o la otra. Una de las dos", espetó a los medios de comunicación.
"Contra el Mallorca me criticaron por jugar con Gago y Granero. En el intervalo tuve que cambiar porque no jugaban bien y no daban la talla. Tenéis un trabajo, que si queréis ser honestos, es difícil. Si no, es fácil. ¿Hago rotaciones o no hago? ¿Me criticáis cuando las hago o no? Se me criticaban las rotaciones de Mallorca y después por no hacerlas", agregó.
Sobre si tiene más poder en el club respecto a cuando llegó, negó que eso fuera así y declaró que su campo sólo alcanza el terreno técnico: "Sólo tengo un poder, que es decidir quién juega y cómo jugamos. Es el poder del entrenador. Cuándo viajamos, cuándo nos concentramos, qué cambios hago... ese es el poder que quiero y el que siempre tendré. No quiero tener otro tipo de poder. Ese poder nadie me lo va a sacar", dijo.
En cuanto a la actitud que espera del público del Bernabéu para el choque ante el Sevilla, ironizó: "Espero un Bernabéu que quiere ir a la final, que quiera ayudar a su equipo. Tenemos un partido muy difícil, con un resultado abierto. Si quieren estar en la final, y si saben que el equipo necesita del apoyo de la afición, a ver si la afición puede ayudar de un modo positivo, nunca escondiendo balones ni metiendo dos o tres balones en el campo. Esas cosas no las hacemos en el Bernabéu", concluyó.