ATLÉTICO DE MADRID De Gea; Ujfalusi, Perea, Domínguez, Filipe Luis; Reyes, Tiago, Assuncao, Simao (Raúl García, m. 82); Forlán (Diego Costa, m. 13) y Kun Agüero (Fran Mérida, m. 90).
ESPANYOL Cristian Álvarez; Chica, Amat, Víctor Ruiz, David García; Javi Márquez (Callejón, m. 46), Baena; Datolo (Álvaro, m. 77), Verdú, Sergio García (Forlín, m. 71); y Osvaldo.
Goles 1-0 m. 32: Simao, de penalti.
Árbitro Fernández Borbalán (C. Andaluz). Expulsó con roja directa a Reyes (m. 42), del Atlético de Madrid, y por doble amarilla a Víctor Ruiz (m. 48 y 68). Amonestó a los locales Ujfalusi (m. 47) y Filipe Luis (m. 65) y a los visitantes Javi Márquez (m. 21), Amat (m. 31), Datolo (m. 42) y Sergio García (m. 49).
Estadio Vicente Calderón ante unos 18.000 espectadores.
madrid. Una demostración de coraje del Atlético de Madrid, en inferioridad numérica durante casi media hora, y un gol de penalti del portugués Simao Sabrosa, en su despedida rumbo al Besiktas turco, dieron al conjunto rojiblanco una ventaja merecida en los octavos de final de la Copa del Rey ante un gris Espanyol.
El encuentro, incluso cuando se quedó con un jugador menos por la expulsión de José Antonio Reyes en los instantes finales de la primera parte, casi siempre perteneció en juego y en ocasiones al equipo madrileño, que manda en una eliminatoria todavía muy abierta y que se decidirá el próximo mes en Barcelona.
El Atlético llegará allí con una mínima renta, tras solventar un choque complicado, con intensidad, tensión y bastantes contratiempos en las filas rojiblancas, sobre todo en el primer tiempo, en el que, al inicio, sufrió la lesión del uruguayo Diego Forlán y luego jugó en inferioridad numérica. Entre medias, Simao había adelantado de penalti a su equipo. En la segunda mitad, el duelo ganó en tensión, con el Atlético encomendado a su fiabilidad defensiva, a las paradas de De Gea y a los contragolpes del Kun Agüero. En cualquier caso, tampoco sufrió mucho en su área. Cuando el Espanyol ya había desperdiciado buena parte del segundo tiempo se vio con igualdad numérica sobre el césped y una derrota por la mínima.