aurrrera Roberto, Mikel (Urtzi, m. 54), Juan (Gámiz, m. 75), Antón, Beitia, Asier, Tyson, Jon (Txipi, m. 64), Leo, Egoitz, Andoni.

sestao river Álvaro, Cerro, Txus, Basagoiti (Ibáñez, m. 85), Santi Vélez, Larrazabal, Hernáez, Iván (Jokin, m. 68), Barrón, Txomin (Barrasa, m. 83), Txejo.

Goles 0-1, m. 79. Jokin.

Árbitro Labaka. Amonestó a Egoitz, Tyson, Beitia y Juan del Aurrera, y a Larrazabal, Txejo, Txomin y Barrón del Sestao River.

vitoria. No mereció el Aurrera la derrota ayer en su feudo en un encuentro equilibrado y en el que la briosa disputa por parte de ambos conjuntos fue la nota distintiva. Pero la mayor eficacia rematadora acreditada por el Sestao River resultó determinante para recaudar una relevante victoria. El encuentro no resultó nada vistoso debido a las escasas ocasiones de gol que se pudieron presenciar. La principal novedad en la alineación concebida por el técnico local fue la presencia de Sergio Gámiz. Este trotamundos del fútbol, que militó anteriormente en el propio Aurrera y en el Alavés además de una retahíla de equipos, fichó esta semana y debutó ayer. El defensa disputó sólo el cuarto de hora final, pero su experiencia puede ayudar al crecimiento de los jóvenes del Aurrera en una categoría en la que la presencia de veteranos es cada vez más frecuente. La supremacía de ambos sistemas de contención respecto de los juegos de ataque impidió que ningún conjunto dominara el partido. Los primeros minutos se caracterizaron por el juego en el centro del campo debido a la profusión de faltas y a los repetidos errores de ambos equipos en los pases.

El Sestao River trató de hacerse con la iniciativa, pero la fuerte presión ejercida por el Aurrera anulaba todas sus intentonas. La solvencia firmeza de que ha revestido al conjunto Sergio Ezpeleta pasa por ser la mejor baza en este campaña en la que retorna a Tercera. Pero debe crecer aún bastantes enteros en el juego con balón, a fin de generar más llegadas y ocasiones ante la meta adversaria. Sus ataques se extinguían siempre al borde del área. Faltaba alguien capaz de desarbolar el sistema defensivo rival con alguna acción talentosa. Dada la imposibilidad de generar ocasiones claras, el Aurrera lo intentó a través de chuts lejanos, como uno de Antón en el minuto 63 que sacó el visitante Txejo bajo los palos con el meta ya superado. El empate parecía casi definitivo con dos equipos que se profesaron mucho respeto y que volcaron más su ímpetu en impedir ocasiones que en merodear el área contraria.