Donostia. Gontzal Sanz atraviesa uno de los mejores momentos de su carrera. Aunque al corredor alavés se le escapó ayer el triunfo en la Behobia-San Sebastián, Sanz debería estar satisfecho con una actuación impecable que le llevó a subir al tercer peldaño del podio con un crono final de 1.03:14 por detrás del campeón de la prueba, Rafa Iglesias, y Chema Martínez. El atleta vitoriano llegó a comandar la carrera durante una parte de la misma, pero finalmente Iglesias se impuso en su particualr duelo personal con Chema Martínez, al igual que ocurrió el pasado año en una prueba que quedó vestida de luto por el fallecimiento de un corredor de 40 años que murió a apenas un kilómetro de la línea de meta como consecuencia de una parada cardiorrespiratoria.

El contrapunto a esta luctuosa noticia llegó de la mano de los deportistas etíopes, que tomaron la salida con 44 minutos de retraso por un despiste con el coche que les trajo, sus chips para las zapatillas y la localización del punto de partida. Aunque las inscripciones rebasaron las 20.000 personas, fueron finalmente 17.437 corredores lo que tomaron la salida en una Behobia marcada por el viento y la lluvia, especialmente a partir del kilómetro diez, a su paso por Lezo.

Rafa Iglesias y Chema Martínez tomaron la delantera apenas cubiertos los dos primeros kilómetros. El paso por el kilómetro cinco llegó a los quince minutos, con a Gontzal Sanz sus espaldas a siete segundos. Arreció la lluvia, y los dos hombres de cabeza bajaron el ritmo. El alavés les dio alcance y los tres fueron juntos hasta las inmediaciones del puerto de Pasaia, donde Martínez e Iglesias volvieron a desprenderse de la compañía del corredor del Club La Blanca.

categoría femenina A falta de unos 3.000 metros de asfalto para cruzar la meta en el Boulevard, en la subida al alto de Miracruz, el salmantino se distanció del madrileño y llegó al final de la prueba en un hora, un minuto y once segundos. Cincuenta segundos más tarde lo hizo el maratonista Martínez. El mejor de los etíopes fue Akebom Hadah, que invirtió en realidad 1.03:39, pero al que hubo que aplicar un plus de 44 minutos, el de su retraso en tomar la salida, lo que significa que rebasó a muchos cientos de corredores. Toñín Blanco, compañero de Gontzal Sanz en el La Blanca, finalizó en la vigesimotercera posición con un tiempo de 1.07:34. Por su parte, la vencedora de la carrera femenina fue la donostiarra María López de Tejada, con un tiempo de 1.15:10. La primera de las mujeres etíopes, Tigist Gebreselassie, invirtió en realidad 1.08:34. que hubiera sido récord de la prueba, un logro no materializado al aplicársele los 44 minutos de retraso. Eva Calle, del club La Blanca, acabó 68ª con un crono de 1.29:40.