alicante. La que se presentaba como la ocasión idónea para que los principales organismos del fútbol español ofrecieran una imagen de intachable higiene, se ha resuelto finalmente como un nuevo borrón para el prestigio de un deporte en el que da la impresión de que todo vale. El Hércules volverá a disputar un encuentro en Primera 13 años después de su último descenso. Su rival será el Athletic, que visitará el Rico Pérez el sábado (18.00 horas) como si nada hubiese sucedido, como si las escuchas telefónicas que se le practicaron al dueño del Hércules, investigado por otros asuntos poco limpios, jamás hubiesen existido. Así es el fútbol.
La ciudad de Alicante estalló de júbilo el pasado 19 de junio, día en el que el Hércules se imponía al Real Unión en Irún (0-2) y certificaba su ascenso, pero después ha vivido momentos de incertidumbre por no saber si el equipo llegaría a debutar en la máxima categoría o si sería descendido por el presunto amaño de encuentros. La polémica se quedó en los Juzgados, desde donde no se facilitaron a las autoridades deportivas las cintas en las que presuntamente se desvelaba el fraude deportivo, y en los despachos de la Real Federación Española de Fútbol, que zanjó el caso sin tomar medidas. Ajena en la medida de lo posible a esta polémica, la plantilla del Hércules ha completado una pretemporada en la que el objetivo principal del club ha sido el de confeccionar un bloque de futbolistas con las ideas claras y con la meta de lograr la permanencia en Primera al final de la Liga. El proyecto 2010-11 volverá a estar en manos, por segunda campaña consecutiva, del técnico Esteban Vigo, quien debutará en Primera como entrenador, tras haber llevado al Hércules a la máxima categoría, como una temporada antes había hecho con el Xerez, aunque entonces la directiva del cuadro gaditano no quiso darle las riendas del proyecto.
La plantilla herculana mantiene un núcleo importante de futbolistas de la Liga 2009-10, pero, aún así, iniciará la temporada con nueve o diez fichajes, si se llevan a cabo los planes del club, que hasta el momento ha cerrado la incorporación de siete futbolistas. Esta renovación del plantel se ha llevado por delante a jugadores como los delanteros Ionel Daniel Danciulescu y Andrija Delibasic, que se quedaron sin sitio en el equipo pese a ser los dos máximos goleadores del Hércules del ascenso. Veteranos como Rufete, Peña o Tote capitanean un equipo que, probablemente no debería estar en Primera División, y que en breve puede cerrar la contratación de un delantero de renombre, el internacional Dani Güiza.