Madrid. Florentino Pérez ha comenzado la tradicional escalada de compras estival. El presidente del Real Madrid hizo efectivo ayer el fichaje de Ángel di María, un joven extremo izquierdo argentino que llega procedente del Benfica para reforzar la banda del combinado que la próxima temporada dirigirá Mourinho.

Di María, titular indiscutible para Maradona en la selección argentina que está brillando en el Mundial de Sudáfrica, se convierte de esta manera en el primer refuerzo confirmado para un equipo blanco que parece haber variado el rumbo de sus contrataciones. Con Mourinho ya no se buscan estrellas, sino especialistas para cubrir las muchas vacantes que, pese a la ensalada de nombres rutilantes, evidenció el pasado año el conjunto capitalino.

El Benfica confirmó ayer mismo el traspaso. El conjunto lisboeta percibirá una cantidad fija de 25 millones de euros, a los que se podrían añadir cinco millones de euros más por la utilización del jugador y otros seis relativos a su actuación deportiva, por lo que el montante definitivo de la operación podría llegar a alcanzar los 36 millones, una cifra más próxima a los montantes que añ tras año están alcanzando los fichajes de Florentino.

Di María, campeón olímpico con la Argentina de Leo Messi y Sergio Agüero, llegará al Madrid tras haber jugado los últimos tres ejercicios en la escuadra lusa. Su llegada servirá en principio para cubrir la vacante dejada en la banda tras la marcha de Arjen Robben (traspasado al Bayern también por 25 millones, aunque sin variables) y será el primero de los "dos o tres fichajes" que, según Jorge Valdano, director deportivo de la entidad, realizará un Real Madrid que pretende contener su habitual tendencia derrochadora. "Seguimos mirando el mercado, pero no tenemos demasiada ansiedad, aunque seguramente no será Di Maria el último fichaje", reconoció Valdano.