vitoria. Los Lakers van a tener que ofrecer algo más de lo que ayer pusieron sobre el parqué del Ford Center de Oklahoma para saldar su serie contra los Thunder. La versión más insípida del conjunto angelino quedó engullida por el ímpetu de uno de los equipos con mayor futuro de la NBA. Liderados por Kevin Durant y un acertado Rusell Westbrook, los Thunder se llevaron la victoria (110-89) e igualaron una eliminatoria que lleva camino de prolongarse mucho más de lo que a los veteranos titulares de los Lakers les haría falta.
La cara de desesperación con la que Kobe abandonó la cancha reflejaba la impotencia con la que tuvo que convivir durante todo el encuentro. Asfixiados por la presión ambiental, con casi 20.000 espectadores vestidos con camisetas blancas y llevando en volandas a sus hombres, esta vez a los pupilos de Phil Jackson no les quedó la excusa de dirigir las culpas a las limitaciones de la rotación. Esta vez fueron los titulares los que empezaron a perder el cuarto partido de la serie. Los doce puntos de desventaja (29-17) con los que se cerró el primer cuarto supusieron una losa demasiado pesada para el vigente campeón.
El trabajo defensivo de Sefolosha sobre Bryant (sólo anotó 12 puntos) y la escasez de alternativas para suplir el eclipse de su estrella, convirtieron a los Lakers en un equipo sin opciones de triunfo. Prácticamente nunca dio la impresión de que los californianos pudieran llevarse el triunfo. Ni siquiera supieron sacar partido a su supuesta ventaja en la pintura. Gasol y Bynum (ambos con 13 puntos) naufragaron en la pelea en clave de músculo que Brooks planteó cerca del aro. Green, Krstic, Collison, Ibaka y Thomas se relevaron para agotar a las dos torres angelinas. Así, apagados, carentes de argumento y empequeñecidos por el empuje de la grada, los Lakers cedieron su segunda derrota consecutiva, que les obliga a emplearse a fondo en casa para restablecer la cordura.
También marcha igualada (2-2) la interesante serie que están protagonizando los Blazers y los Suns. El equipo de Oregon, esta vez de la mano de un enorme Lamarcus Aldridge, se impusieron (96-87) en la cuarta entrega. La presencia inesperada de Brandon Roy, incluido en la nómina de lesionados horas antes del comienzo del choque, aportó el ingrediente adicional que requería el conjunto de Portland para equilibrar una eliminatoria que parece destinada a prolongarse hasta el séptimo duelo.
En un choque que volvió a confirmar el ostracismo al que Nate McMillan ha condenado a Rudy Fernández (3 puntos en apenas 8 minutos de juego), Aldridge, que anotó 31 puntos, destrozó a Stoudamire, Amundson, Frye y cuantas parejas de baile se le pusieron por delante.
En el tercer duelo disputado en la madrugada de ayer, los Bucks consiguieron su primer triunfo (107-89) en la eliminatoria de primera ronda contra los Hawks. Gracias a una notable actuación del ex de los Bulls John Salmons (22 puntos), los pupilos de Scott Skiles hicieron valer su condición de local para rascar un triunfo en una serie que parece, aun así, muy sencilla para el combinado de Atlanta.