KATMANDÚ. "Si soy la primera, bien. Pero ser la primera mujer (en lograrlo) no me preocupa. Sólo para los periodistas hay una competición", zanjó la montañera guipuzcoana cerca de la piscina de un hotel de la capital de Nepal.
Pasaban coronó el 17 de abril su decimotercer 'ochomil', el Annapurna (8.091 metros), pero en la montaña llegó a coincidir con la coreana Oh Eun Sun, a quien tan sólo le falta alcanzar esta cima para completar la hazaña.
La alpinista española partirá el sábado hacia el Tíbet para atacar su último 'ochomil', el Sisha Pangma (8.027 metros), un reto que afronta con optimismo.
"Como el Sisha Pangma es el último de los 14 picos, me siento más motivada", declaró la deportista.
Desde que en 1986 el montañero austríaco Reinhold Messner consiguiera coronar los 14 'ochomiles', 19 hombres han conseguido esta hazaña.
Pasaban escaló el techo del mundo, el Everest, en 2001, y desde entonces ha conseguido llegar a las más altas cimas en su segundo o tercer intento. En el caso del complicado Annapurna, a la segunda fue la vencida.
Pero el Sisha Pangma ya se le ha resistido cuatro veces debido al mal tiempo. "Cada montaña tiene dos cumbres. Una es la cumbre de verdad y la otra el campamento base después del ascenso", reflexionó.
La peor experiencia alpinista que recuerda Pasaban, a causa de las congelaciones que sufrió, es el ascenso al K2 (8.611 metros), la segunda montaña más alta del mundo, situada en Pakistán.
La alpinista evocó sus primeras expediciones, como la de Ecuador cuando tan sólo tenía 16 años, o su intento fallido de coronar el Dhaulagiri (8.172 metros), en Nepal, con 24 años.
"No llegué a la cumbre pero aprendí mucho durante el ascenso", dijo Pasaban. Fue en 2007, tras coronar su noveno 'ochomil', el Broad Peak (8.047 metros), cuando se le ocurrió que podía intentar subir los catorce.
Antes de dedicarse por completo al alpinismo en 2008, Pasaban había trabajado en una compañía familiar y desde 2001 tiene un restaurante y un hotel en el País Vasco (norte español). "En 2001, a causa de mis frecuentes pausas laborales para escalar, mi padre me dijo que me concentrara en escalar o en la fábrica. Escogí escalar", evocó la alpinista
Su cuñada está ahora a cargo del hotel y el restaurante. "Pero ayer me llamó y me dijo que el cocinero se había ido. Tuve que decirle a quién llamar para conseguir a otro", dijo entre risas.
Tras coronar su último 'ochomil', Pasaban tiene pensado mejorar su inglés y viajar por el mundo para dar charlas sobre montañismo y liderazgo. Al fin y al cabo, tiene un máster en Gestión de Recursos Humanos por la escuela de negocios de ESADE en Barcelona y es una veterana montañera que encabeza sus expediciones.
También piensa casarse y tener hijos. "Aunque primero tengo que encontrar novio", bromeó.
Pero no dejará su gran pasión de lado y espera subir de nuevo el Everest el año que viene.