EL Inter ya ha encontrado una forma de intentar frenar mañana al Barcelona en la semifinal de la Liga de Campeones: recrear el ambiente adverso que se respiró el pasado sábado en el periquito estadio de Cornellá-El Prat. Otra historia será lo que ocurra sobre el césped, aunque ahí también podría recurrir a parar continuamente el cronómetro, como hizo la tropa de Pochettino con la benevolencia arbitral. Lo resumió Xavi a la conclusión del derbi: "Ha castigado al equipo que ha tratado de jugar al fútbol". Y es que el Espanyol, que basó su propuesta en destruir a base de faltas, se marchó prácticamente de rositas, mientras que los de Guardiola se quedaron la última media hora sin Dani Alves. Habrá que comprobar si el colegiado luso Olegario Benquerença cae en la misma trampa que Undiano Mallenco.
Para cuando arranque el encuentro el Barça se habrá echado a sus espaldas 1.000 kilómetros en autocar, repartidos en dos días. La paralización del tráfico aéreo a consecuencia de la erupción del volcán islandés obligó a la delegación culé a emprender ayer el desplazamiento por carretera. Los jugadores pernoctaron esta última noche en la ciudad francesa de Cannes para hoy formalizar la segunda etapa del viaje hasta Milán. El de Santpedor citó a 21 futbolistas, dejando fuera sólo a Iniesta, convaleciente de una rotura muscular. El joven defensa del filial Andreu Fontàs acompañó al resto de la expedición.
Aunque la Roma se le ha subido a las barbas en el Calcio, la pizarra del Inter ha crecido en fluidez y en imaginación gracias al ex madridista Wesley Sneijder, clave en la Champions con tres asistencias y un gol de falta directa en las victorias ante Chelsea en octavos y frente al CSKA Moscú en cuartos. Formado en la escuela del Ajax (2002-2007), donde aprendió a jugar al ataque, el menudo internacional oranje (1,70 metros, sólo uno más que Messi), ha aportado un plus de técnica y visión. En las últimas campañas el cuadro interista había acusado la falta de un organizador de sus características, lo que repercutía en una excesiva dependencia del rendimiento del sueco Ibrahimovic, que curiosamente puede regresar al once ante su ex equipo. Sneijder es el gran suministrador de balones para Diego Milito y Samuel Eto"o, que sí celebraría un tanto de marcarlo en el feudo italiano, y no de hacerlo en el Camp Nou.
"¿Cómo el Real Madrid ha podido dejar marchar a un jugador así?", se preguntaba hace unos días el ex atacante Paolo Rossi, Balón de Oro en 1982. El centrocampista fue junto a Robben una de las víctimas de la revolución galáctica de Florentino. "El Inter es Sneijder-dependiente porque es un jugador que tiene un perfil único en nuestra plantilla. Sin él, no es lo mismo. No consigo comprender cómo el Real pudo desprenderse de él", comentó también en diciembre Mourinho, que suena en la órbita merengue para relevar al chileno Pellegrini, y que antes podría hacer el mayor de los favores al madridismo. El entrenador portugués cuenta con todas las piezas básicas del conjunto lombardo tras la sesión preparatoria de ayer, donde sólo Toldo y Davide Santon se ejercitaron al margen. Tras gozar de un día de descanso más que el rival, la plantilla al completo completó ejercicios de posesión de balón y tácticos.
En el otro bando han tenido que pasar 34 partidos para que el Barça haya sido incapaz de perforar la portería contraria, circunstancia que tan sólo había sucedido tres veces más en los 52 partidos oficiales de los culés esta temporada. Las otras tres se produjeron también fuera de casa: en Mestalla frente al Valencia en Liga; en el estadio Tsentralni de Kazán frente al Rubin y en el propio Giuseppe Meazza en la fase de grupos de la Champions. Entonces, el baño futbolístico se tiñó de azulgrana, pero haría bien ahora en no dejar escapar vivo a un Inter con sed de triunfo.