Siempre las primeras jornadas en el Azkena Rock Festival son especiales cuando el evento dura tres días. Por un lado, porque al ser más cortas, implican que el maratón de conciertos hace que todo se concentre más. Por otro, porque para el público más fiel al evento, supone un momento de reencuentro que va más allá de lo que sucede en los escenarios y de si el mal tiempo decide sumarse a la fiesta. Que lo ha hecho, además con una lluvia persistente.
Algo ha cambiado en este 2024, eso sí. El continuo ir y venir de azkeneros y azkeneras a la zona de camping no ha existido ya que al estar el espacio de obras, no se ha montado la infraestructura. Aún así, el goteo de gente no ha parado desde antes de la apertura oficial de puertas, a eso de las seis de la tarde.
No es la primera vez que el cielo pretende aguar la fiesta. El ARF está acostumbrado. Es verdad que no ayuda, pero, con todo, el ambiente ha ido creciendo en intensidad según han ido transcurriendo las primeras horas de un evento que, parece, va a tener algo más de suerte con el tiempo en todo lo que queda por delante.
Los primeros sonidos A Txopet le ha tocado encender la mecha en un Mendizabala todavía con poco personal presente. A pesar de que el ambiente era un poco frío, el trío vizcaíno ha tirado de oficio para caldear el arranque en un concierto que ha dejado al personal con ganas de más, sobre todo en sala. De hecho, Jon se ha bajado en el último tema a cantar entre el público.
La escena vasca ha seguido sacando músculo con unos Brigade Loco que parece que no tienen suerte con el tiempo y Gasteiz. El año pasado fueron uno de los grupos que se quedaron sin actuar por la tormenta del último día. Se les reprogramó para este 2024 y todos los asistentes al ARF han estado con los dedos cruzados para que ésta fuera la de verdad. Por suerte, los de Bergara han podido cumplir y de sobra. Eso sí, con ellos ha empezado a llover de lo lindo.
Con dos de los escenarios al aire libre ya en marcha –el tercero se abre a partir del viernes– y una presencia cada vez más numerosa de público en el recinto, el ARF ha inaugurado también una de las carpas del espacio Trashville con los gasteiztarras Old Time Spooks, que se han amoldado a la perfección a la atmósfera siempre caliente de este lugar. Su hillbilly punk ha encajado como anillo en dedo.
Casi en paralelo, los belgas Whispering Sons han hecho acto de presencia. Desde que se anunció su visita a la capital alavesa, eran muchos los que tenían este concierto señalado en rojo en la agenda de este ARF. El quinteto ha respondido con creces, más allá de que ha habido cierta frialdad que ha recorrido la actuación.
Ahí ha aparecido uno de los grandes nombres propios de esta primera jornada, Ty Segall –ver crónica completa aquí–. Así se ha vivido una primera tarde del Azkena Rock Festival 2024 en la que ni la lluvia ha podido con la música.
