Ni mediar palabra. Lo primero, un abrazo. No es ningún tópico. A lo largo de los años, son muchas las personas que se han conocido y que se han encontrado cada año en el Azkena Rock Festival. Gentes que desde junio de 2019 no se veían las caras. Y esta primera jornada del certamen ha tenido, por ello, un punto emocional evidente. Han pasado demasiadas cosas, un paréntesis muy largo con consecuencias negativas, también irreparables. Volverse a ver y reencontrarse en Mendizabala ha dejado momentos irrepetibles. Casi de lágrima y todo. Menos mal que esto va de rock and roll. 

Ya el miércoles por la tarde, los primeros usuarios del cámping y bastantes espectadores de Vitoria aprovecharon para pasar por las taquillas y retirar su pulsera, máxime teniendo en cuenta que este año se recupera el sistema de pago cashless y había que hacer las primeras recargas. Pero nada comparable a lo sucedido durante todo el jueves, con un continuo ir y venir de gente, un goteo constante porque han sido muchos los que han ido llegando según han salido del trabajo o han aparecido en la capital alavesa por carretera y tren fundamentalmente.

Dirty Honey Jorge Muñoz

 En realidad, desde que han abierto las puertas del recinto hasta que Dirty Honey han aparecido sobre el escenario ha pasado muy poco tiempo, lo justo para echar un vistazo rápido a un Mendizabala con algunas novedades –¡esos autos de choque buenos!– pero que, en general, mantiene la misma estructura que dejó en junio de 2019. Eso sí, los norteamericanos han pedido paso rápido. A ellos les ha tocado soplar la primera vela del vigésimo cumpleaños del ARF en un concierto demasiado corto para lo que los de Los Angeles han demostrado. El cuarteto no ha inventado la pólvora, pero es evidente que sabe lo que hace.

Hiss Golden Messenger Pilar Barco

También de estreno por estos lares ha estado Morgan Wade. En un año en el que el country tiene un peso específico, esta joven cantante y guitarrista ha dejado muy buenas sensaciones e interés por verla en sala y con algo más de tiempo. Un nombre a seguir. Más conocido es MC Taylor, que con Hiss Golden Messenger ha ido acompañando la llegada de todavía más gente. La verdad es que para las nueve, Mendizabala ha presentado un aspecto inmejorable. Y claro, más abrazos, saludos, sudores y reencuentros. La verdad es que el espectáculo ha estado sobre las tablas y también sobre el nuevo asfalto del recinto.

Morgan Pilar Barco

A esa hora se han iniciado los conciertos en el Trashville con Lord Diabolik. Seguro que nunca se ha conocido en el mundo una sauna con tan buen ritmo. Y han vuelto al ARF unos Morgan que triunfaron en la edición de 2019 y que han querido emular aquel recuerdo demostrando que, a pesar del parón de la pandemia, están en un momento de consolidación más que interesante. Han sudado cada nota, eso sí, como todos los artistas que les han precedido. Además, de manera literal.