Hasta la última reserva de energía rockera

Con un ojo en el móvil por aquello de la posibilidad de tormentas, el Azkena Rock Festival se ha aventurado a su última tarde este 2025 en un Mendizabala donde han sido evidentes algunas caras ya de cierto cansancio tras todo lo vivido desde el jueves. Aún así, la familia azkenera se ha preparado desde pasadas las cinco para darlo todo en el recinto de la capital alavesa. Ya habrá tiempo de descansar. O no.

Al igual que el jueves, el inicio de la jornada ha venido marcado por el sello alavés. En este caso, desde Rioja Alavesa, los primeros en encontrarse con el personal han sido Eh, Mertxe!, en plena celebración de su décimo aniversario. El grupo se lo ha pasado en grande, igual que los presentes, aunque, como suele ser habitual en estos casos, la actuación ha durado poco.

Por delante, además, quedaba mucho por escuchar, compartir y disfrutar. De hecho, mientras estaba terminando en el primer escenario el concierto del cuarteto alavés, tanto las otras dos tablas al aire libre como las de la zona Trashville se han puesto en marcha. Y, desde entonces, ha sido un no parar. De ello se han encargado en la primera tanda Ezezez –que acaban de publicar el recomendable Kabakriba y que están en un momento espectacular–, Wallaroos –lo que se ha sudado en el interior de la carpa no está en los escritos– y The Pill, toda una descarga para saltar y pegar cuatro gritos. De hecho, a más de uno y de una en el recinto se le ha cargando el depósito de energía con estas primeras actuaciones para poder aguantar en condiciones todo lo demás.

Tomando decisiones

Pasadas las siete de la tarde, se ha tenido que seguir haciendo apuestas y descartes por aquello de la coincidencia en horarios de varias de las actuaciones. Eso sí, en este caso el personal lo ha tenido muy claro. Al fin y al cabo, en paralelo han discurrido dos propuestas muy diferentes. Quienes han optado por algo más de tranquilidad, por rebajar algo el ritmo cardiaco y dejarse cuidar un poco, han apostado por Richard Hawley. Quienes han buscado seguir con el ritmo marcado desde el inicio y encontrarse con algo más enérgico, se han citado con los veteranos The Chesterfield Kings, más allá de que en sus filas solo esté desde los principios Andy Babiuk.

Con la locura desatada en las carpas con ese dúo inclasificable que es The Sex Organs, muy cerca, en el tercer escenario han aparecido Dead Kennedys, aunque son muchos los que consideran que sin la presencia de Jello Biafra, la formación no debería seguir utilizando este nombre. De hecho, eso ha dado para unos cuantos debates en el previo y en el durante. A la familia azkenera siempre le gusta enfrascarse en estas cosas. Para cuando ellos han aparecido ya estaban en el recinto The Lemon Twigs, es decir, Brian y Michael D’Addario, que han causado división de opiniones al segundo uno (han ganado los que se han quedado), todo ello bajo la aparición de la lluvia.