Viaje de ida y vuelta. No va a ser el último, eso sí. Tras regresar a la capital alavesa desde el otro lado del Atlántico una vez finalizada la grabación del que será su próximo disco, The Soulbreaker Company está ultimando los últimos detalles para volver a mandar su música más allá del océano. Esta vez el destino no será Chicago. Va a ser en tierras californianas donde se haga la mezcla y el master final. En Estados Unidos, y no es la primera vez, la banda gasteiztarra prepara su nuevo lanzamiento, otro paso más en una trayectoria musical que arrancó hace ya más de 20 años.

Ha sido este otoño cuando los alaveses han acudido a Chicago, a un espacio de sobra conocido como los estudios Electrical Audio, creados por el referencial músico, productor, compositor, ingeniero de sonido y periodista Steve Albini, fallecido la pasada primavera. “Con ellos hemos trabajado muy bien”, explica el cantante del grupo gasteiztarra, Jony Moreno.

“Una maravilla”

A lo largo de unas dos semanas, The Soulbreaker Company ha convertido la ciudad de Chicago en su terreno de creación, en un gran escenario en el que dar vida al álbum que vendrá a tomar el relevo de Sewed with light, que también se grabó en Estados Unidos, aunque de eso han pasado ya siete años y una pandemia.

Los componentes de la banda gasteiztarra The Soulbreaker Company durante su estancia en Chicago Cedida

En Electrical Audio, la banda primero ha grabado toda la parte rítmica, dando paso luego a la voz de Moreno. En el estudio norteamericano “han estado muy pendientes de nosotros, de que el disco saliera adelante como lo teníamos pensado. Es de las veces que más a gusto hemos estado trabajando por la disponibilidad que había en el estudio. Han estado implicadísimos”, apunta el cantante, y eso que en un momento dado el técnico con el que empezaron a trabajar tuvo que ausentarse por enfermedad. Más allá de este detalle, lo cierto es que “nos han aportado tranquilidad y confianza en lo que hemos estado haciendo”.

Más allá del estudio

Ha habido mucho trabajo, por supuesto, pero también tiempo para despejarse un poco lejos de Vitoria. “El ir a grabar supone vivir una época muy buena”. Esta vez también. “La convivencia ha estado muy bien. Las grabaciones suelen ser momentos fraternales porque estás allí con el resto del grupo compartiendo un objetivo común”. Además, “Chicago es espectacular en todos los sentidos, para ver cosas, para salir... y para todo”. 

Por supuesto, ha habido tiempos libres y alguna que otra visita por la ciudad. Eso se queda en la mochila de las experiencias vividas con un disco que sigue ahora sus pasos. Si todo va bien y el trabajo en California sale como está ideado –la mezcla y la masterización del disco van a estar en manos de Tim Green (Louder Studios)–, el nuevo álbum puede que sea una realidad para el público en primavera.