Paternidad, amor y perdón suben a las tablas del Félix Petite con 'Casting Lear'
Andrea Jiménez trae ‘Casting Lear’ al Festival Internacional de Teatro, quedando alguna entrada
Del Jesús Ibáñez de Matauco al Félix Petite. El cierre del Principal hace que el camino del cuadragésimo noveno Festival Internacional de Teatro de Gasteiz sea un continuo ir y venir entre los escenarios de los centros cívicos Hegoalde e Ibaiondo.
En la despedida de octubre, es este último lugar el que vuelve a abrir sus puertas para acoger un, cuando menos, singular acercamiento al Rey Lear de William Shakespeare, propiciado por la actriz, directora y dramaturga Andrea Jiménez.
En concreto, la cita con el público de este jueves 31 se va a producir a partir de las 19.30 horas. Muy pocas, pero todavía quedan algunas entradas disponibles. A partir de ahí, los presentes se encontrarán con este Casting Lear, un juego escénico que, más allá de su punto de partida, quiere hablar sobre la paternidad, el amor y el perdón.
Buscando al padre
“Mi padre es Lear, pero nunca ha entrado en un teatro. Yo soy Cordelia. Y soy directora de teatro. Como ella, voy a buscar a Lear, voy a atreverme a mirarlo y voy a intentar perdonar. Y lo voy a hacer desde un escenario”, explica Jiménez sobre un proyecto que se basa en el hecho de que en cada función el actor que se somete a la prueba es distinto.
“Esta versión-simulacro de Rey Lear aspira a ser una puerta abierta para pensar cómo nos relacionamos con nuestros padres, los biológicos, pero también los metafóricos, incluido el mismo William Shakespeare. Es una autoficción a partir de un clásico o un clásico autoficcionado, y ojalá ninguna de las dos cosas. Es una pieza sobre el origen, sobre cómo lo que vino antes nos persigue aunque queramos ignorarlo. Sobre cómo nos construyen quienes nos preceden. Sobre cómo inventar una vida que te pertenezca sin olvidar el pasado. Sobre cómo imaginar otros finales posibles”, apunta la creadora, que en esta propuesta no solo es la autora del texto y su protagonista, también se hace cargo de la dirección junto a Úrsula Martínez y de la dramaturgia con Olga Iglesias.
Así, ficción y realidad, teatro y performance, cruzan sus caminos en un montaje que además busca abrir “un espacio de encuentro con todo una generación de actores y hombres para reflexionar sobre la paternidad, el amor y el perdón”, según describen desde la producción del espectáculo.