Toca decir adiós. Por lo menos, a casi todo lo que durante estos días ha estado ofreciendo el Festival de Jazz de Gasteiz. De hecho, esta iba a ser la jornada de clausura. Lo que sucederá mañana no estaba en los planes iniciales. Hay que saber adaptarse e improvisar, pensará más de uno. Pero lo del domingo ya llegará. Este sábado pide paso y lo hace desde el mediodía.

Será en el Casa de Cultura Ignacio Aldecoa donde Dani Alonso ofrezca una charla sobre la historia del swing, una conferencia que vendrá acompañada, cómo no, con el concierto que en el vecino kiosco de la Florida dará la Bilbao Lindy Band justo después. 

Más allá de los conciertos en bares y pubs, a eso de las 17.30 horas llegará un momento muy emotivo. El Principal y el certamen empezarán a decirse adiós con cada sonido salido del piano de Baptiste Trotignon, el contrabajo de François Moutin y la batería de Gautier Garrigue.

Sin hacer de menos al francés, lo cierto es que con su concierto de inicia una separación que habrá que ver cuánto dura. Si todo saliese a la perfección, igual para julio de 2027, festival y escenario podrían volver a unirse. Pero no sería descartable que la cosa pudiera alargarse más. El certamen pierde uno de sus dos sedes de referencia, aunque se vaya a encontrar una solución transitoria en condiciones.

Cuba es vitoriana

Tras estar pateando la capital alavesa desde el miércoles, Sunset Rhythm Kings cerrará la sección Jazz en la Calle con el recorrido que el grupo realizará desde la Virgen Blanca hasta Mendizorroza, partiendo a las 19.30 horas y llegando al pabellón poco antes de que el certamen viva su última doble sesión al uso.

Yilian Cañizares Franck Socha

Le tocará abrir la noche a la violinista, cantante y compositora Yilian Cañizares, pura energía nacida en La Habana, más allá de que lleve media vida residiendo a este lado del Atlántico. De la clásica a la improvisación, su abanico de posibilidades y capacidades queda patente en una propuesta que el pasado otoño sumó su última referencia, Habana-Bahía

A la capital alavesa acude con la compañía del llamado Resilience Trio, completado por Childo Tomas (bajo) y por Ernesto (Ernesttico) Rodríguez Guzmán (percusión). A partir de ahí, queda por ver si en algún momento de la noche sucede lo lógico, y ambas partes del cartel se mezclan.

Porque después será el turno de Chucho Valdés. A estas alturas no hay mucho más que añadir sobre el pianista cubano. Talento musical y humano a raudales. En Vitoria lo ha demostrado de sobra. Ahora vuelve para conmemorar los 50 años de la fundación de Irakere, grupo cubano que fue banco de pruebas para el encuentro del jazz, los ritmos afrocubanos, el rock y, en realidad, todo lo que se pusiese a mano.

Este aniversario, Valdés lo celebra con intérpretes de generaciones posteriores y sus compañeros habituales. Ahí van a estar con él Ramón Alvarez (voz), Eddie de Armas Jr. (trompeta), Osvaldo Fleites (trompeta), Luis Beltrán (saxofón), Carlos Averhoff Jr. (saxofón), José A. Gola (bajo eléctrico y acústico), Julián Valdés (percusión), Roberto Jr. Vizcaíno Torre (percusión) y Horacio Hernández (batería).