Siempre hay una primera vez para todo. Incluso en un Principal que está a punto de bajar la persiana para someterse a 30 meses de reforma. Este viernes por la tarde, el debut en el Festival de Jazz de Gasteiz le ha tocado al joven guitarrista mexicano Eddie Mejía, músico que, desde la escena barcelonesa, se está haciendo cada vez más un nombre, sobre todo tras la publicación de su primer disco como líder, A Moment in Transition, aunque en Vitoria ha avanzado algún tema de su próxima producción.

Desde el pasado lunes, el centenario edificio de la calle San Prudencio viene compartiendo actuaciones muy diversas entre sí, un amplio abanico al que el músico y compositor de San Luis Potosí se ha sumado con una propuesta muy diferente a sus predecesoras, más clásica si se quiere ver así, aunque con un creador del presente que tiene una primera virtud a considerar: su capacidad para –aún siendo el que empieza y, por lo tanto, el que debería querer destacar– dejar que los compañeros de escenario sean protagonistas. 

En compañía

Esto, claro está, es también más fácil cuando sobre las tablas están intérpretes como Bill McHenry. También como invitada especial ha estado la cantante Magda Garre. Con todo, Mejía ha presentado sus credenciales ante el público del festival. Lo ha hecho sabiendo transitar por diferentes ambientes y contextos, haciendo que su guitarra fuera el nexo común de todo el concierto, como si fuera, al mismo tiempo, cimiento y techo de lo construido.

Público durante la actuación Josu Chavarri Erralde

Al Principal, con una floja entrada, le ha costado poco entrar en esa propuesta. Se ha dejado llevar con un concierto que, tal vez, ha pedido más un ambiente de club, frente a lo que implica un teatro. Aún así, el público ha conectado rápido y se ha quedado con el nombre de un Mejía que apunta a futuras visitas a la capital alavesa. Es evidente que se está al principio del camino y que queda mucho por recorrer. Nunca se termina de aprender, de hecho. Pero el guitarrista ha mostrado que parte de una situación privilegiada para afrontar el futuro que le espera pasado este momento de transición, como él dice.