Ni es su libro de debut ni su primer acto de este tipo pero Verónica Guinea reconoce, con una sonrisa, que “me impone hacer la presentación en Vitoria”. Al fin y al cabo, es su ciudad natal y, aunque vuelve a ella con frecuencia, ahora su residencia está en Madrid tras pasar unos años en Granada. “Estoy como nerviosa”, aunque seguro que todo sale como debe en una cita con el público para compartir detalles y características de Veinte minutos para escribirte (Esdrújula Ediciones).

Será el próximo viernes 31 cuando, a las 19.00 horas, se produzca este encuentro en el Kora Green City. Elisa Rueda acompañará a la escritora, traductora y profesora de francés. “Quiero preparar una sorpresa para el público, que la gente se anime a participar creado un poco”. No es algo casual. En realidad tiene bastante que ver con la forma en la que fue naciendo una publicación que no estaba pensaba para ser editada a pesar de que desde principios de año está en el mercado.

Un ejercicio diario

Veinte minutos para escribirte tiene su origen, en realidad, en otro libro: Tu crítico interior se equivoca, de Danielle Krysa. “Es una obra que propone una serie de ejercicios para desbloquear la creatividad”, apunta Guinea, quien entre sus páginas encontró un ejercicio diario que llevó a la práctica. 

La cuestión pasaba por, durante 30 días seguidos, escoger una palabra nada más levantarse y escribir durante veinte minutos lo que fuera que sugiriese el término en cuestión en ese momento. “Fue un ejercicio estupendo” que la autora quiso seguir sin hacerse trampas a sí misma. También por eso fue subiendo algunos a su perfil personal de Instagram. Fue la manera de asegurarse que no los iba a poder retocar.

A la publicación, que está disponible desde principios de este año, se le suma el trabajo realizado por la ilustradora Sylvie Béraud

Había palabras que no me daban nada y tenía ganas de tirar la toalla. Pero lo interesante de este ejercicio fue perdurar, agarrarme a esa disciplina, que es la que te permite realmente crear. Hay que aunar inspiración y trabajo. Al final te das cuenta de que sí, de que siempre sale algo. Fue una de las enseñanzas más bonitas, que la creatividad está ahí, solo que hay que ejercitarla”.

En principio, ahí se iba a quedar todo, pero un buen día, hablando con la ilustradora Sylvie Béraud, con quien la autora ya había trabajado, apareció la posibilidad de llamar a la puerta de alguna editorial. Esdrújula dijo que sí enseguida, uniendo palabra escrita e ilustración en el resultado final.

Un tono onírico

Como se puede deducir del proceso de creación, el resultado final reúne “textos muy diferentes” realizados “nada más salir de la cama”. Tal vez por eso, “hay punto muy onírico” y “muchas veces, un toque muy surrealista”. Todo ello en una serie de microrrelatos que la editorial define como prosa poética.

Verónica Guinea con un ejemplar de su nuevo libro Jorge Muñoz

Más allá de esa diversidad interna, el libro sí que tiene algunas características que igual no se repiten siempre y en todos los casos, pero están presentes de manera general, como pasa con el humor (que tiene un punto de sarcasmo) la inquietud, el lirismo y el existencialismo. Del proceso anterior, de ese ejercicio diario que está en el origen de la obra, se le dan algunas pistas a los lectores en la introducción de Veinte minutos para escribirte.

Con la compañía de Elisa Rueda y en el Kora Living Green City se producirá el próximo viernes el encuentro con el público

“Es cierto que el peor crítico que tenemos está en nuestro interior, es el peor de los jueces. Y muchas veces por eso tenemos bloqueos creativos. Por eso, hacer este tipo de ejercicios siempre viene bien. Es más, aliento a la gente a que lo haga porque la creatividad, en potencia, la tenemos todos”, apunta la escritora gasteiztarra. En este sentido, también fija como uno de los objetivos de su nueva referencia literaria el hecho de que, “además de hacer disfrutar, tal vez sirva para que alguien pruebe a hacer algo parecido”. 

Portada de ‘Veinte minutos para escribirte’ Cedida

Ella, de momento, está acompañando con distintas presentaciones su nueva publicación. Claro que las nuevas ideas no paran de aparecer. “Tengo cosas en mente y algún proyecto aparcado que tengo que retomar”. Todo llegará.