Un estudio desde el que seguir trabajando en lo propio y, al mismo tiempo, un espacio desde el que dinamizar la escena fotográfica de la capital alavesa con actividades formativas y lúdicas. Todo ello, aunque sea dicho de manera resumida, desde la calle Badaya. En el bajo del número 15, Usual Fotográfica inicia una nueva etapa que busca responder al interés por la fotografía que hay en la ciudad y, sin embargo, la poca oferta de eventos que existe en este campo.
Tal vez el primer y más claro ejemplo de este empeño va a suceder en estas instalaciones el próximo 4 de mayo. Tanto por la mañana –la propuesta arrancará a las 10.00 horas– como por la tarde, Jon R. Bilbao (Usual Fotográfica) va a reunir a cuatro firmas alavesas bien conocidas para proponer a la ciudadanía en general un punto de encuentro y, también, de venta.
Tras esta primera edición, en junio las instalaciones de Usual Fotográfica acogerán un segundo evento, esta vez solo con fotógrafas
Stuart MacDonald, Piko Zulueta, Koldo Mendaza y Diego Burgos serán, junto al anfitrión, los protagonistas de esta primera edición de una propuesta que en junio tendrá una segunda parte. Será, en esa ocasión, solo con fotógrafas. La idea, en ambos cosas, es la misma y pasa por visibilizar a las firmas locales y poner en valor la calidad de sus trabajos.
Diversidad de estilos
“Estas actividades son como regalos”, apunta Mendaza, que describe la cita del 4 de mayo como, sobre todo, un foro, un punto de encuentro pensado, de manera especial, para quien no suele moverse en los círculos fotográficos del territorio. También para conseguir esto se ha armado un cartel de autores que responden a diferentes estilos y temáticas.
“Hay está lo interesante, en la diversidad de trabajos que se van a poder ver”, señala Bilbao. “A la gente le gusta tener algo agradable, chulo, algo que sabe que va a estar viendo todos los días”, apunta Diego Burgos, así que su selección va a seguir ese camino, sin perder de vista otro tipo de imágenes, sobre todo esos retratos callejeros que tan bien sabe realizar. “Hago fotos por necesidad y porque me gusta, no para vender”.
El nuevo estudio impulsado por Jon R. Bilbao quiere “dinamizar” la escena fotográfica de la ciudad con talleres, cursos y actividades
Larga e imposible de resumir en pocas palabras es la trayectoria de Stuart MacDonald, un archivo centrado en la música y, de manera fundamental, en la fotografía de conciertos que va a ser protagonista también en este caso. “Además de acompañar a Jon en este nuevo proyecto, la idea es que se vea la fotografía, que venga la gente a disfrutar y también a poner en valor a la fotografía. Hoy todo el mundo tiene móviles con cámara, pero no es lo mismo. Que la gente compre, estaría genial. Pero lo básico de esta idea es visibilizar a la fotografía de aquí”.
En esta reflexión están todos de acuerdo. Pero Bilbao también señala que “hay que darle la oportunidad a la gente de poder comprar fotografía de calidad y local, que no es algo tan habitual. No es algo que esté enfocado a coleccionistas sino al público en general, además en un entorno cercano y dinámico, que cualquiera pueda hablar con nosotros sin problemas”.
Será la oportunidad, por ejemplo, de asomarse la obra que Koldo Mendaza viene realizando en los últimos tres años. A eso se unirá una serie de imágenes de pequeño formato que Piko Zulueta está generando de manera específica para este evento con la idea del bosque como eje, siguiendo la estela de la exposición colectiva en la que está participando desde La InKieta 34.
Un lugar dinámico
Este mercado, al igual que se producirá en junio, es solo uno de los caminos que Usual Fotográfica quiere seguir desde su nuevo emplazamiento de la calle Badaya, aunque Jon R. Bilbao recuerda que “ya estuve en este mismo espacio hace 20 años. No es volver a los orígenes porque empecé en la calle Cuchillería pero...”, dice con una sonrisa mientras muestra los diferentes espacios que se distribuyen en estos, aproximadamente, 100 metros cuadrados.
Casi sin entrar, a modo de escaparate, algunas de sus imágenes más icónicas saludan al visitante. A partir de ahí, aparece la zona de trabajo, el lugar donde seguir con el camino profesional que marca la realización de retratos y bodas.
A esa función de estudio propio se le va a unir otra faz que Jon R. Bilbao viene desarrollando desde hace años en la Sociedad Fotográfica Alavesa, en los centros cívicos de Gasteiz o en la escuela Blackkamera de Bilbao, es decir, la formativa. A modo de “pequeña escuela” se quiere ofrecer cursos de iniciación a la fotografía o de realización de vídeo y foto con dispositivos móviles.
A eso se va a unir la programación periódica de talleres sobre materias específicas para los que se va a contar con fotógrafos especializados en distintas áreas. “Este espacio se tiene que convertir en un lugar de actividad relacionada con la fotografía”, señala Zulueta. Es la intención de Jon R. Bilbao.