A lo largo de todo mayo y el arranque de junio, este Burro que lleva el conocido sello de Álvaro Tato y Yayo Cáceres tendrá parada permanente en Barcelona. Pero antes de que este asno muy humano llegue a tierras catalanas, Ay Teatro desembarca hoy en la programación primaveral que desarrolla el Ayuntamiento de Gasteiz.

Se ha declarado un incendio en el bosque que cada vez se está acercando más a una finca vacía en la que permanece atado un asno. Uno, eso sí, un tanto particular porque tiene la forma y la voz de Carlos Hipólito, intérprete que conoce las paredes del centenario edificio de la calle San Prudencio a la perfección. 

Allí, sin poder escapar, estará esperando al público a partir de las 19.30 horas. El patio de butacas está casi al completo, pero todavía quedan entradas disponibles en el resto del aforo. Junto Hipólito, en escena, se encontrarán Fran García, Iballa Rodríguez y Manuel Lavandera, encargados también de que la música en directo sea otro elemento esencial en la propuesta.

Reflexiones

El animal que le cuenta su vida a su sombra. Es el eje sobre el que sustenta una propuesta que, sirviéndose del humor, mira al ser humano y no solo en relación con el resto de especies, que también. De esta manera se construye una tragicomedia basada en textos clásicos sobre asnos.

La referencia es el burro, ese “animal campestre, andariego, sufrido y peculiar que representa nuestra ambigua quintaesencia, lo más alto y lo más bajo de la naturaleza humana: por un lado el humor, la ternura, la inocencia, y por otro la estulticia, la ridiculez, la simpleza, los instintos más profundos y básicos que nos guían”, como explican desde la compañía Ay Teatro.

Con ese relato de su propia vida, en ese monólogo en el que el asno no está solo, “se inicia así un viaje tragicómico, divertido, tierno, poético y profundo. La música en directo y el teatro acompañan a este asno sin nombre en sus aventuras desde la Grecia y Roma clásicas hasta Shakespeare pasando por las fábulas de Esopo” y el alavés Samaniego. Es “un relato que lucha contra el olvido mientras se acerca el fuego. Una obra que deja huella… de pezuña”, según el grupo.