Es una gozada tocar en casa”. No en vano, Magna Boskotea se llama así por el aula magna del Conservatorio Jesús Guridi, “en la que tanto tiempo hemos pasado”. A este lugar, el quinteto de viento metal regresa este domingo al mediodía con un doble aliciente. Por un lado, va a ofrecer el concierto inaugural del ciclo de cámara que el centro organiza junto al Principal. Por otro, a la cita llega con un estreno bajo el brazo.

Así lo podrán comprobar quienes acudan a las 12.00 horas a un Jesús Guridi donde todavía queda alguna entrada disponible. Cabe recordar que tanto los estudiantes menores de 30 años como las personas desempleadas pueden acceder de manera gratuita. “Siempre intentamos hacer las cosas lo mejor posible, pero ante nuestra gente, más aún”, apunta Iñigo Sarasola, quien comparte proyecto con Iker Urreta, Asier Urreta, Ximo Díaz y Niko Zubia, aunque este último no va a poder estar presente, siendo sustituido por Unai Eseverri.

“Para llevar un quinteto como el nuestro, lo primero es rodearse de gente cercana, de casa, con la que tengas confianza"

Un domingo a las doce es un momento perfecto parea tocar y disfrutar”, como viene demostrando el ciclo de cámara del Jesús Guridi desde que tomó la decisión de trasladar sus actuaciones a este horario, como así sucederá en el resto del programa de este año, que contempla otras seis actuaciones hasta octubre.

Novedad

En este primer recital, se presentará por primera vez Basajaun, del compositor caudetano Francisco José Villaescusa. “Desde el inicio del grupo nos hemos propuesto el reto de estrenar música para este tipo de formación y ampliar el repertorio”.

En este caso, se presenta una pieza que consta de tres movimientos. “El primero empieza lento, notándose incluso las pisadas del propio Basajaun por el bosque. Poco a poco va cogiendo velocidad con las aventuras que va teniendo. Hay un segundo movimiento más calmado para hablar de la parte más sentimental del Basajaun. Y ya el último movimiento es la energía pura de este personaje de la mitología vasca”. 

Más allá de esta obra, se presentan arreglos para este tipo de agrupación de títulos como Carmen Suite No.1 de Bizet y An American in Paris de Gershwin. Se quiere así “hacer un homenaje a los grandes arreglistas que ha habido en la historia de la música para nuestra formación. No hay tanta música original” y es importante contar con estas aportaciones.

"Queremos animar a los chavales para que vean en nosotros que se puede llegar a ser profesional"

Eso sí, Sarasola y sus compañeros son más que conscientes, también porque a ellos les toca ejercer de arreglistas en ocasiones, que esta figura queda muchas veces olvidada. De ahí este guiño, esta puesta en valor.

Tocar con amigos

La cita de este domingo devolverá a los componentes del grupo a un lugar que conocen bien, un conservatorio en el que son muchos quienes se forman hoy para ser, como ellos, profesionales de la música. “Para llevar un quinteto como el nuestro, lo primero es rodearse de gente cercana, de casa, con la que tengas confianza porque al final vas a tener que meter muchas horas. Nosotros somos amigos de toda la vida”.

A partir de ahí, la recomendación para las futuras generaciones pasa por incidir en el trabajo y en el estudio. Incluso si se opta por formar un quinteto de este tipo, “lo ideal es que se trabaje como si fuera un instrumento único, no la suma de cinco”. Sarasola tiene claro que “lo mejor que pueden hacer es música con amigos y disfrutar. Además, queremos animar a los chavales para que vean en nosotros que se puede llegar a ser profesional”.