Sería infinita la lista de libros que han nacido a lo largo de la historia a partir de un sueño. Es el caso de Almas (Nimbo Cultura). Otra cosa sería investigar cuántos han empezado a tomar forma sobre el papel durante una huelga de profesores.

Es también lo que ocurre con esta novela de fantasía juvenil, una obra que supone el debut en el mundo literario de la escritora Maitane Rodríguez Villoslada.

El título es ya una realidad palpable que se puede conseguir, por ejemplo, a través de la web de la editorial alavesa. No habrá posibilidad, eso sí, de hacerlo en una presentación oficial al uso. La autora, que hoy tiene 15 años aunque realizó el libro con 14, prefiere evitar exposiciones públicas.

“Escribí el libro pensando en esas personas a las que les gusta leer pero nunca encuentran una novela en la que pueda haber de todo”

Por eso también opta por no mostrar su rostro cuando posa junto a su novela. “Es una historia que se dirige a cualquier persona” a partir de 10 u 11 años, apunta.

Quienes acepten la invitación conocerán de primera mano a Rudy, a una chica de unos 17 años que vive con su padre en una gran casa situada en el campo pero cercana a una ciudad. Su rutina, eso sí, se ve alterada cuando su progenitor le anuncia que se va a casar y que su madrastra tiene ocho hijos.

Es más, el nuevo matrimonio va a sumar un hermano más nacido de esta relación. Esta inesperada multitud va a llevar a la protagonista a un viaje personal y vital que, eso sí, va a enfrentarse a un momento un tanto complicado. Todo por jugar con una güija. El final de toda una ciudad puede ser una realidad.

Es, en muy pocas palabras y de manera general, el camino que Rodríguez Villoslada invita a hacer a los lectores a través de estas páginas. “Escribí el libro pensando en esas personas a las que les gusta leer pero nunca encuentran una novela en la que pueda haber de todo”.

Almas es el resultado, una publicación en la que “he querido meter muchos diálogos para que sea más fácil de leer”.

La joven autora, que prefiere ocultar su rostro, con un ejemplar del libro.  | FOTO: JOSU CHAVARRI

La joven autora, que prefiere ocultar su rostro, con un ejemplar del libro. | FOTO: JOSU CHAVARRI

La importancia de los amigos

La salida al mercado de la obra viene a completar un camino que comenzó con aquel sueño en el que el argumento del libro se presentó ante su autora. “Al día siguiente fui a clase, pero había huelga de profesores. Le conté lo que había soñado a una amiga mía y me dijo que tenía que escribirlo”. Dicho y hecho. Es más, en Almas el peso de las amistades de la escritora es importante y en distintos planos.

La autora, que hoy tiene 15 años aunque realizó el libro con 14, prefiere evitar exposiciones públicas

Para empezar porque Rudy y sus nuevos hermanos están basados en sus amigos y amigas. “Eso creo que puede hacer que la gente, sobre todo los jóvenes, se sienta más identificada, los vea más reales”. Pero no queda ahí la cosa.

Durante el proceso de escritura de la novela, Rodríguez Villoslada fue compartiendo un documento con el texto, para que sus amistades fueran conociendo el devenir de la historia, hicieran aportaciones y comentarios, y, además, se pusieran en el papel de correctores literarios. Al final, “me dijeron que era una historia muy fácil de leer y que le iba a gustar a la gente”.

Ya ha empezado a hacer la segunda parte de su primera novela. “Estoy con ella. Hace poco hubo otra huelga de profesores y empecé”

La primera intención de la autora fue acudir a la autopublicación. Pero después de recabar información y ver que las posibilidades no eran muy fiables, esta opción se descartó. Fue a través de su madre como contactó con Nimbo Cultura.

La firma alavesa recibió la novela y, más allá de los procesos lógicos en estos casos de corrección y edición, propuso a la autora hacer realidad aquello que empezó como un sueño. A la familia, por su parte, le convenció la propuesta, la forma de trabajar y el trato recibido. Por todo ello, hoy Almas ya se encuentra con el público. “Era lo que yo quería”.

Mientras el libro empieza su camino alejado de su autora, la joven escritora vitoriana, que también desarrolla su faz musical desde el Conservatorio Jesús Guridi, tiene en mente seguir publicando. Sabe que cuenta con varias historias sin terminar que esperan a ser desarrolladas.

Pero es que, además, ya ha empezado a hacer la segunda parte de su primera novela. “Estoy con ella. Hace poco hubo otra huelga de profesores y empecé”, sonríe.