Después de un verano sin parar de dar conciertos aquí y allá, EH Sukarra vuelve este fin de semana a Gasteiz. Lo hace para adueñarse este sábado del escenario de la sala Jimmy Jazz, donde todavía queda alguna entrada a la venta.

En 2024 el grupo cumplirá 35 años. ¿El tiempo pasa pero qué bien se lo han pasado, verdad?

–Sí (risas). Pero en lo del paso del tiempo ya ni pienso. Desde que pasaron los 30...

¿Pero no da un poco de vértigo al mirar todo lo recorrido y vivido, tanto lo bueno como lo no tanto?

–Siempre me quedo con lo bueno del pasado. Pero quiero vivir el presente. El grupo, ahora mismo, está viviendo una época muy buena. Notamos mucha solidez en el trío. A lo mejor hemos perdido algunas cualidades de hace 35 años, pero bueno (risas). Lo cierto es que hoy tenemos otra consistencia, otro poso, y eso se nota en los conciertos, por ejemplo.

De hecho, a pesar del paréntesis que supone la pandemia, la banda no para de dar directos, que es donde el trío realmente se siente más pleno.

–Sí, sí. Es cierto que hemos tenido épocas de tocar menos e incluso eso le ha llevado a alguna gente a pensar que habíamos dejado de actuar. Pero no es así. Siempre nos hemos mantenido. Ha habido épocas con más presencia que otras. Es normal. Tras la pandemia, todos nos encontramos con una explosión de actuaciones. Parecía que todo el mundo quería hacer de todo, y programar. Parecía que no había un mañana. Hubo ayuntamientos que hasta se pasaron del presupuesto (risas). En ese momento, no salimos. Pero después de esa primera oleada, a nosotros nos ha ido muy bien. Ha sido muy fructífero.

¿Hay idea, a corto o medio plazo, de volver al estudio?

–La idea está pero... (risas). La cuestión es que debes ir al estudio a grabar cuando ves que tienes material y es de calidad. Igual es que somos cada vez más exigentes. Estamos trabajando en hacerlo posible y es algo que no descartamos, pero no para grabar cualquier cosa.

También es verdad que hoy la idea de disco y gira casi no existe, se ha vuelto al esquema de ir lanzando singles.

–Ha cambiado el panorama y te reconozco que yo estoy un poco perdido en este sentido. Voy cogiendo el hilo pero poco a poco. Mira por ejemplo a Su ta Gar, el grupo de mi hermano. Sacan su último disco pero sin hacer ni un solo vídeoclip, que es lo que parece que ahora es imprescindible, y resulta que les está funcionando. De todas formas, es verdad que el panorama ha cambiado y que no queda otra que ir adaptándose.

También va cambiando el público. EH Sukarra sigue juntando a los de siempre, pero también va incorporando a las nuevas generaciones, ¿verdad?

–Hasta hace poco pensaba que nuestro público era gente a partir de los 30. Y es público muy fiel, además. Pero es verdad que últimamente vemos también más jóvenes. Por ejemplo, nuestro último disco, Azken gezia, entró muy bien entre la gente joven. Sobre todo, el tema Aspaldiko loreak. Cuando la cantamos, se nota que los chavales se la conocen muy bien.

Pero hay temas veteranos que uno sabe que tiene que tocar sí o sí.

–Por supuesto. Lo bueno es que tenemos muchas canciones de esas y es más fácil (risas). Tienes que mirarte también a ti. Quiero decir, que siempre hay algún tema que nos gusta tocar a nosotros aunque igual no sea tan conocido como otros. Eso sin olvidar los grandes éxitos, claro.

¿Hoy las sensaciones antes de salir al escenario son iguales que a las de antes o...?

–Yo me sigo poniendo nervioso. Pero no en las horas previas, sino en los días anteriores. Lo importante, de todas formas, es la conexión con el público. Ahí desaparecen los nervios y todo. Cuando te acercas, miras a la gente y te unes al público, surge lo bueno. Cuando la gente está emocionada y tú también, sientes ahora la misma sensación que hace 35 años. Lo que ha cambiado es que cuando las cosas no van tan fáciles, ahora tienes más recursos para estar más tranquilo y no comerte la cabeza. La experiencia te ayuda mucho en esos momentos.

Llegará 2024, el 35 aniversario y algo especial...

–De momento no hay nada planteado. Pero ahora que estamos hablando se me está ocurriendo... (risas). Igual esperamos a cumplir los 40, que yo creo que llegaremos.