La localidad de Villa María se encuentra situada en el centro geográfico de Argentina. Con cerca de 90.000 habitantes cuenta con una importante comunidad vasca que llegó, tal y como explica Flor Deniz –coordinadora del programa Anima zaitez–, a trabajar la tierra. “Nuestras abuelas y abuelos comenzaron a trabajar y a poner en marcha vaquerías, queserías... Trabajaron, sobre todo, en agricultura y ganadería. Aquí llegaron, sobre todo, de Nafarroa, pero también de Gipuzkoa, Zuberoa, Lapurdi y Araba”.
La familia de Luis Carricaburu, por ejemplo, llegó desde Arraiotz, en Nafarroa. Corría el año 1930. “Los vascos ya asentados en Argentina invitaban a venir a sus amigas, familiares, vecinos... había trabajo para todo el mundo, tierra, y nosotros sabíamos trabajarla”, explica. “Fueron miles quienes llegaron hasta aquí y Villa María, por sus características geográficas resultaba especialmente interesante; se cultivaban muy bien la alfalfa, el centeno y el maíz los productos básicos para el sistema pastoril”, subraya.
Es esta euskal etxea la que puso en marcha el programa Anima zaitez que alcanza ya su sexta edición. El objetivo es el de compartir en torno a la cultura vasca haciendo que todas las partes implicadas puedan vivir una experiencia enriquecedora. Sobre esta base, que en pocas palabras encierra muchas intenciones, esfuerzos e ilusiones, “estamos construyendo desde aquí un puente que une los dos lados del Atlántico gracias al esfuerzo del Centro Vasco Euzko-Etxea”, explica la coordinadora Flor Deniz.
Así, el gasteiztarra Iñaki Landa, Garazi Suinaga (Gorliz), Garazi Fernández (Barakaldo) y Larraitz Goikoetxea Urdangarin (Beasain) llevan ya una semana trabajando con los casi 300 socios que conforman la comunidad de la Euskal Etxea de Villa María.