Calidez y sonoridad sureña con sello alavés

Hoy el encuentro con el público es en Murcia. Mañana toca repetir, pero esta vez en Valencia. En el futuro más inmediato también están conciertos como el que ofrecerá en el Hondarribian Jazz. Itziar Yagüe no para. Incluso ofreciendo un pequeño concierto hace unas semanas en pleno centro de Gasteiz, durante el pregón de San Prudencio y Nuestra Señora de Estíbaliz. “Fue un momentazo, una experiencia muy bonita” recuerda la cantante y compositora alavesa.

En estas y otras citas es su nuevo trabajo, Girl like me, el gran protagonista. “Es un disco muy sureño, muy cálido” en el que “hay un poco de country, rhythm and blues, swing, soul... y hay un tema que es un blues de New Orleans”. Son, en total, seis canciones originales compuestas por ella y por Greg Izor, más allá de el corte que ambos firman de manera conjunta.

Grabado en Estudio Uno (Madrid) a finales del verano pasado, el trabajo está ya disponible en su versión digital, así como en CD –estos, solo se pueden comprobar en los conciertos–, aunque para tener entre las manos las copias de los vinilos habrá que esperar un poco. En cuanto estén, que será en breve, se hará una pequeña actuación especial en la capital alavesa, más en concreto entre las paredes de Vinylora.

En ese marco de “calidez y sonoridad sureña”, se canta “a los sentimientos y a las relaciones humanas”, comenta la artista. “Decía Michael Hutchence (INXS) que todas las canciones son de amor. Estoy de acuerdo. Todos hablamos de lo mismo todos los días, de la vida, de los sentimientos, de lo que nos emociona y nos decepciona, de lo que nos ilusiona. Es lo que más me importa. Tal vez es porque en otros aspectos de mi vida me tengo que medir más pero en mi faceta musical me explayo en lo que se refiere a los sentimientos”.

A cuatro manos

Girl like me viene a tomar el relevo de su primera referencia en solitario, Delicious. Entre ambos títulos hay una diferencia esencial, la presencia del músico, productor y compositor Greg Izor. “Manifestó un entusiasmo muy efusivo por mi primer disco” y de ahí nació una colaboración que ha sido esencial en este caso.

“Nos pusimos a hacer canciones porque nos apetecía trabajar juntos. Y cuando consideramos que teníamos el material suficiente con la calidad precisa para entrar en el estudio, ahí fuimos. Es como si el primero fuera un selfie y el segundo disco una fotografía hecha desde fuera. Sigo siendo yo pero la foto la ha hecho otra persona”, describe.

Ahora, de todas formas, es el momento del público, de que se pierda entre canciones como How to let you, Right now y All the things we do. “A este trabajo no le pido que me dé nada. Al contrario, soy yo la que tiene que darle al disco lugares donde poder lucir. Creo que es un gran disco, que suena muy bien. Es un trabajo del que estar orgullosa”.

Eso sí, no pierde de vista Delicious, una referencia que vio la luz en el verano de 2020. “Con él aprendí sobre mí misma como artista, qué era lo que yo quería ser. Es seguramente lo más importante que he hecho en mi vida. Sin él no habría existido Girl like me”.