Sutan Klan llega a la escena. Pero no lo hace de nuevas. Ni tampoco aparece como “un proyecto cerrado”. Al contrario. “No nos atamos a nada”. Desde estas bases, el nuevo proyecto nacido en la capital alavesa lleva un año compartiendo con el público sus primeras referencias, siendo la más reciente Chicos alegres, canciones tristes. Es decir, rap con el sello propio de Javidier, Dj X, Mike L y Dj Isilin. “Y está Mad J, pero es que no le gusta manifestarse mucho”.
Conocido es el trayecto musical y creativo realizado por el dúo Mike L & Javi D, una propuesta en la que, poco a poco, fue apareciendo Jon (X), primero rapeando “aunque se terminó decantando por la producción”. En esas también hizo acto de presencia Eneko (Dj Isilin), así que “cogimos un local y vimos que igual era necesario crear algo nuevo por mucho que viniese de lo anterior”, recuerda Javidier. Fueron los últimos en llegar los que, por cierto, eligieron el nombre.
“Somos raperos. Tenemos muy claro de dónde venimos, del rap, de la cultura hip hop y más allá de cómo perfilemos eso musicalmente, es lo que somos. Así que la línea es la misma. Sabemos a la perfección de dónde venimos y qué hacemos”. Algo importante teniendo en cuenta que en este grupo se repite algo que ya se daba en el dúo, ya que tanto Mikel como Javi pasan en la actualidad bastante más tiempo lejos de Gasteiz que aquí. “Contamos con la ventaja de que buena parte de nuestro camino juntos lo hemos hecho así, cada uno en un sitio. Hemos sabido siempre trabajar a distancia. Lo mejor para todos sería que estuviéramos juntos, pero la vida tiene estas aristas”.
Buen ejemplo de ello son trabajos como Sutan Klan Vol. 1 y Vol. 2. “No somos de singles; nunca nos sale solo una canción”, así que se está recurriendo por el momento a la fórmula de EP, incluyendo “cinco o seis temas que siguen más o menos una línea uniforme”. Composiciones que, poco a poco, también se están llevando al directo, como ha sucedido este fin de semana en Azpeitia. Se sigue trabajando en esa agenda, también mirando a escenarios más allá de Vitoria, siempre sabiendo que los condicionantes extramusicales pueden suponer un pequeño problema en ocasiones. “Pero tenemos diferentes formatos, tampoco hace falta que estemos los cuatro”.
Como un colectivo
Esa capacidad de adaptarse a lo que sus componentes quieran en cada momento es una de las características de la propuesta. “No estamos cerrados a nada ni a nadie. Casi lo vemos más como un colectivo que como un grupo, según se suele entender esto. Nos rodea mucha música, no solo rap así que no apuntamos a un horizonte concreto, sino que iremos viendo cómo evolucionan las cosas”.
Así por ejemplo, si bien sus primeros volúmenes han respondido más a un “rap noventero puro y duro”, en las siguientes referencias se están transitando otras sendas. “No queremos decir que hay que sonar a esto o a lo otro. Lo que nos gusta es la música y dependerá de cada momento, de lo que queramos hacer”. Sonidos para unirse a letras en las que se sigue la trayectoria del dúo en buena medida. “Siempre nos ha gustado hablar de los temas universales. A veces sí ha habido canciones en las que hemos ido a lo concreto, a lo terrenal, por decirlo de alguna manera. Pero solemos optar por hacer temas más reflexivos. Tratamos que sea algo sugerente, que no sea una idea cerrada que tenga que trasmitir algo concreto. Lo que nos gusta es que cada persona puede atribuir a las letras un significado diferente, si es que eso es posible”. Eso es algo que, de hecho, el público ya puede constatar.