Lo que empezó “sin ninguna pretensión” hoy es una realidad que se llama Las Yhadys. De hecho, el trío santanderino acaba de publicar su segundo disco, Homónimo. Con él bajo el brazo, la banda ofrece este sábado su primer concierto en Vitoria, una actuación especial que se va a producir a partir de las 13.00 horas entre las paredes de Vinylora.

La cita, de acceso libre hasta completar el aforo, servirá para conocer de primera mano la propuesta de Estefanía Muriedas (voy y teclado), Sergio Gómez (guitarra y coros) y José Gandarillas (bajo y dispara baterías). “Que se está recibiendo muy bien nuestra propuesta parece claro porque cada vez nos llaman de más sitios. Hay gente que nos dice que nos parecemos a Los Punsetes o a Los Nikis”, aunque Las Yhadys tienen personalidad propia.

Así lo podrán comprobar quienes acudan este sábado al espacio de la calle Correría, donde la banda desgranará varios de los once temas que componen este último trabajo. Además, habrá copias de la versión física (CD) para quienes quieran, por así decirlo, llevarse a los tres a casa.

Nacido en pandemia

Su primera tarjeta de presentación fue Temazos, un disco con diez cortes, aunque ninguno de ellos tenía título, solo números. Llegar a ese momento, eso sí, no fue algo premeditado. En realidad, esta aventura nació en el confinamiento. Muriedas y Gómez viven juntos y cuando era imposible salir de casa, empezaron a componer algunas canciones pero sin tener un objetivo claro.

“Al final, se fue haciendo una bola”. Grabaron un par de cortes, les gustó el resultado y subieron sus respectivos vídeos a Youtube. El eco fue tan importante que una sala de Santander les llamó para actuar. Ahí apareció Gandarillas. El trío, tras un anterior componente, quedaba así configurado de manera oficial.

“Nos caracteriza las letras. Hablan de nuestras movidas, nuestras rutinas, nuestro día a día. No tratamos de hacer metáforas muy complejas. Tal y como están escritas, llaman la atención”. Conseguido ese primer paso, el segundo y fundamental es la búsqueda de la melodía. “Todo ello envuelto en guitarras un tanto distorsionadas”.

Con las expectativas por todo lo alto dieron su primer concierto. “Vino bastante gente, cosa que no esperábamos”. Y ahí ya quedó claro que su propuesta musical “da mucho juego a bailar y a echarse unos risas”. En su actuación más reciente antes de venir a Gasteiz, “nos encontramos con que la gente cantaba casi todos los temas”.

“Tampoco buscamos nada en concreto, no hay un objetivo fijado de ir a por esto o lo otro. Pero sí nos gustaría salir fuera y que nos conociera más gente, tocar las canciones en otros ámbitos y ver la reacción. Lo que nos interesa es seguir sacando temas y tal vez plantear otro tercer disco dentro de un par de años”. Todo llegará.