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La “parte más fea de la especie humana” se muestra en el Principal con ‘Finlandia’

El Festival de Teatro se despide del centenario edificio rozando el lleno

La “parte más fea de la especie humana” se muestra en el Principal con ‘Finlandia’Cedida

Fue el pasado 1 de octubre cuando la cuadragésimo séptima edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz se puso en marcha, la primera a llevarse a cabo casi en total normalidad después de lo vivido en 2020 y 2021 con la situación sanitaria. Todavía quedan costumbres y hábitos por recuperar, si es que eso pasa, por ejemplo con cuestiones como el horario de inicio de las actuaciones. Hoy toca bajar el telón, por lo menos en lo que al Principal se refiere, al fin y al cabo, la sede esencial del certamen.

No es una cuestión baladí porque si el Ayuntamiento de Vitoria cumple con los planes expresados de manera pública, puede que la de esta tarde sea la última cita del veterano certamen con el espacio de la calle San Prudencio en bastante tiempo. Sucederá así si la anunciada reforma de verdad se materializa. Si no, el cuadragésimo octavo festival volverá al lugar de los hechos.

Más allá de estas cuestiones, lo cierto es que escenario y espectadores se van a encontrar a las 19.30 horas de este sábado para compartir la representación de Finlandia, producción de La Abadía y Kamikaze a partir de una obra creada y dirigida por Pascal Rambert. Todavía quedan algunas entradas disponibles en el segundo anfiteatro –por 6 euros cada una– pero a buen seguro el Principal va a estar casi rozando el lleno para esta despedida.

Sobre las tablas se encontrarán Israel Elejalde –todo un fijo en la capital alavesa– e Irene Escolar, que dan vida a una pareja en descomposición. “Son un padre y una madre que discuten la custodia de su hija. Se puede decir que en ese preciso momento asistimos a la parte más fea de la especie humana”, según explica el autor francés, quien comenta que escribió este montaje pensando de manera explícita en sus dos intérpretes, “de quienes conozco perfectamente los ritmos subterráneos de su manera de actuar y de su capacidad ultrarrápida de cambio de velocidad en una frase”.

Sobre estos mimbres se construye todo un combate cuerpo a cuerpo que discurre en la habitación de un hotel de Helsinki, a donde él se ha desplazado para hablar con ella para intentar aclarar su relación, si es que eso es todavía posible. Ella es una actriz a la que el cine le está dando mucho reconocimiento público. Él un actor dedicado al teatro, donde la atención mediática y por parte de los espectadores es mucho menor.

En estos dos lados del ring va discurriendo un montaje en el que el humor también juega un papel importante, más allá de que la situación pueda invitar poco a la comedia. Es en este punto donde los diálogos escritos por Rambert cobran un especial sentido. A partir de ahí, es el momento del público, de las lecturas que cada persona asistente quiera hacer tanto a nivel íntimo como colectivo.