Este sábado verá la luz Striped Vision, nuevo EP que vendrá a sumarte a la activa y prolífica agenda de lanzamientos que Alispe no para de alimentar. De hecho, los planes pasan por mantener este ritmo en lo que queda de año y más. “Igual me estoy poniendo el listón muy alto”, sonríe del productor y Dj, más allá de que estas publicaciones llegan con dos novedades importantes dentro de la trayectoria del creador.

Por un lado, se encuentra la intención de asentar un nuevo sonido. Sí, sigue siendo techno, pero optando por “algo más tranquilo”. Al fin y al cabo, “cualquier artista tiene una evolución” a lo largo de su trayectoria. “Soy consciente de que hasta ahora, he producido un sonido más duro de lo que yo mismo escuchaba y escucho hoy. Lo que he hecho es precisamente adaptarme a lo que suelo escuchar”, como si el oyente y el creador terminasen por ser el mismo. “He tenido mis momentos de transición hasta llegar a este punto pero sé que ya estoy donde quería”, una senda a caminar con paso firme a futuro.

Esta propuesta actual pasa por trabajar “con sonidos más experimentales y calmados”, como se pudo ver en Outlier, que se encontró con el público el pasado 5 de agosto. Fue ese momento el que terminó de marcar este punto de inflexión que se ha ido alimentando con referencias como Vicious Circle, todas ellas publicadas a través del sello discográfico Bubble of Independence.

Eso sí, esta evolución en su propuesta musical tiene otra derivada a destacar, esa otra novedad importante. El autor vitoriano, para todo aquello que tenga que ver con el ambient electrónico, ha decidido optar por generar otro nombre artístico al margen de Alispe. Son la misma persona, pero en este campo se presenta como Álvaro Mayo, jugando con su nombre real y el mes en el que nació. Ya, por ejemplo, ha usado esta nueva marca con Unequal, otro EP que vio la luz el pasado viernes 21.

Esta vorágine de nuevos temas obedece a dos cuestiones básicas. Por una parte, “para conseguir que la transición a lo que quiero ofrecer ahora sea más rápida”. Por otra, atender, sobre todo a través de los perfiles en SoundCloud tanto de él como del mencionado sello discográfico, al público cada vez más fiel y numeroso con el que cuenta. “Noto el camino que tiene mi música en los países nórdicos, en Alemania, Francia o España. Y también en Sudamérica. Veo que cada vez es más la repercusión y también, por los mensajes que manda la gente, el cariño” de la gente.

Por supuesto, hay que estar a la altura. Incluso aunque hoy la música se consuma tan rápido. “Haces un lanzamiento y a las dos semanas parece que ya está quemado”. Pero eso a él, de momento, no le preocupa. “Ideas nunca faltan”, además desde la confianza de que la apuesta realizada ahora por un sonido “más experimental y ambiental” le sirva para “abrirme a nuevos públicos”. Eso sin perder de vista que la posibilidad abierta con la marca de Álvaro Mayo “me permite trabajar de manera más personal con mis emociones; es casi algo de Álvaro para Álvaro”. Y para el público, claro.