A punto de embarcarse en la segunda edición de la versión española del realityLove Island España, la periodista Cristina Pedroche defiende en una entrevista con Efe la misión lúdica de este tipo de programas, que han demostrado que incluso pueden crear parejas que sobreviven más allá de la televisión.
Hoy llega al canal de Atresmedia experto en programación juvenil una nueva edición del concurso presentado por Pedroche, que volverá a reunir en una villa canaria a un grupo de jóvenes solteros dispuestos a encontrar el amor, mientras conviven aislados del mundo exterior.
Pese a que encontrar pareja es la clave del concurso en el que participan diez veinteañeros con cuerpos esculturales, Pedroche destaca en la charla lo importante de un amor que está hoy más de moda que nunca: el amor propio.
¿Emocionada de volver a la isla?
-Estoy muy ilusionada y con muchísimas ganas. Este año incluso con más ganas, porque el año pasado no tenía la certeza de que me lo iba a pasar tan bien. La mecánica es la que es, pero hay muchas cosas de contenido nuevas, novedades que todavía no podemos contar hasta que no estén los isleños aislados, pero aquí va a haber mucho lío.
¿Qué siente al pensar que, de la primera edición, hay parejas que siguen juntas?
-Orgullo, saco pecho como si fueran mis niños. Porque era de verdad. En el fondo en la primera temporada yo pensaba, ¿será de verdad o no, estarán fingiendo? Y que un año y pico después sigan juntos es que el amor triunfa de verdad y que este tipo de formatos es maravilloso para pasártelo bien, para disfrutar, para reírte, pero también para encontrar el amor.
¿Está hoy más difícil que nunca encontrar el amor?
-Pues no lo sé, también está muy de moda y me encanta, el amor propio. Por fin estamos dándonos cuenta de que ni una mujer ni un hombre necesita a otra persona para sentirse completo, igual que pasa con los hijos. Uno tiene que estar completo, tienes que trabajar en ti para estar completo contigo mismo y quererte a ti y estar feliz y caerte bien. Que luego tienes una pareja y encuentras el amor romántico y verdadero, pues bien, pero si no, no pasa nada. Que quieres tener hijos, perfecto, pero si no quieres, eso no significa que seas menos feliz. Estamos evolucionando y estamos haciendo una sociedad mucho más moderna y mejor.
‘Love Island’ transcurre en una isla y el año pasado hubo algo de polémica por una presunta “cosificación” de los cuerpos. ¿Para cuándo un ‘reality’ así no enfocado tanto en lo físico y más en lo intelectual?
-Creo que este programa no va en función de un cuerpo. Creo que va enfocado en personas jóvenes que lo único que quieren es disfrutar y pasárselo bien. Aquí en Love Island todas las personas tienen su profesión o han estudiado. El año pasado teníamos profesores de primaria, gente que estaba terminando las carreras, una enfermera... gente formada. Son jóvenes que quieren pasárselo bien, pero gente bastante inteligente. Si están en una casa con piscina yo estaría en bikini también. Nosotros no le decimos lo que se tienen que poner. No me parece ni cosificado, ni machista, ni nada, cada uno hace lo que quiere.
Según el INE, la violencia entre las parejas menores de 18 es muy preocupante. ¿No estaría bien que este tipo de programas destinados a jóvenes promovieran la salud en las parejas?
-Depende de cada programa. No podemos comparar un Love Island con Lo de Évole o Ana Pastor o Susanna Griso, cada programa es lo que es. El público es joven, pero lo que estamos buscando es entretenimiento. Aquí no tienes que enseñar nada de nada.
¿Quién debe enseñar?
-La educación no la tienes que ver en un programa puro y duro de entretenimiento. Yo no busco que me eduquen en feminismo en un programa de televisión. La violencia, las desigualdades y todo pasa por la educación, por supuesto. Pero eso ya va para los políticos, para los colegios, para que los padres se formen a sí mismos y puedan enseñárselo a sus hijos, pero la televisión es entretenimiento y este es un programa de entretenimiento, no se le puede exigir más. Estados Unidos, Francia, Italia, Australia, Alemania, Países Bajos, Finlandia, Suecia, Noruega, Dinamarca, Polonia, Bélgica, Hungría, Rumanía, Canadá, Nueva Zelanda, Nigeria y Sudáfrica, entre otros, tienen su propia versión del programa. l
“Por fin estamos ?dándonos cuenta de que ?ni una mujer ni un hombre necesita a otra persona ?para sentirse completo”