n 3 de mayo de 2002 se estrenaba Spider-Man de Sam Raimi, la maravillosa historia del hombre araña que sentó las bases del actual cine de superhéroes, y que 20 años después, sigue conquistado a millones de personas gracias a la bondad y generosidad del superhéroe más cercano.
El filme sigue la vida del joven Peter Parker (Tobey Maguire), un tímido estudiante que vive con sus tíos May y Ben tras haber muerto sus padres. Un día le muerde una araña que ha sido modificada genéticamente y, a la mañana siguiente, descubre que posee la fuerza y la agilidad de ese insecto. Así es como se convierte en Spider-Man y decide utilizar sus nuevas habilidades al servicio del bien.
A su vez, el padre de su amigo Harry (James Franco), el rico industrial Norman Osborn (Willem Dafoe), es víctima de un accidente químico que ha aumentado desmesuradamente sus facultades intelectuales y su fuerza, pero le ha vuelto loco. Así se convierte en el Duende Verde, una criatura demoníaca que amenaza la ciudad.
Pese a que Maguire fue el actor elegido por Sony para dar vida al personaje arácnido en su primera película rodada en los Estados Unidos, Stan Lee nunca se sintió verdaderamente convencido de su interpretación. Según él, si alguien tenía que encarnar a Peter Parker ese era el actor John Cusack.
Con el elenco ya escogido, el rodaje estaba programado para empezar en noviembre de 2000 en la ciudad de Nueva York, para que diera tiempo a estrenarse el próximo año. Sin embargo, se tuvo que posponer un año todo y el rodaje comenzó oficialmente el 8 de enero de 2021.
Esta fecha es destacable pues muchas de las imágenes de la cinta se rodaron en el Nueva York del año 2001, fecha por la que por entonces las torres gemelas seguían intactas. Tras lo sucedido el 11-S, Sony Pictures decidió retirar parte del montaje que las que aparecían las torres.
Se sabía que Spider-Man iba a ser uno de los acontecimientos cinematográficos del año, pero lo que nadie sospechaba es que la película de Sam Raimi sobre el héroe creado en 1962 por Stan Lee y Steve Ditko desbancaría en su estreno a filmes de cifras que parecían imbatibles, convirtiéndose así en una de las mejores valoradas de superhéroes de su generación.
A pesar de que las historietas del hombre arácnido ya había tenido adaptaciones cinematográficas que se lanzaron en televisión, ésta obtuvo el tercer lugar en taquilla de dicho año con una recaudación total de 821 millones de dólares, quedando tan solo por detrás de El señor de los Anillos: Las dos torres y Harry Potter y la cámara secreta, según los datos de la web especializada Box Office Mojo.
Tal fue el éxito que cosechó tanto la interpretación de sus protagonistas (Maguire, Kirsten Dunst y Dafoe) como la dirección de Raimi, que se realizaron dos secuelas en 2004 y 2007 con el mismo equipo.
Consiguió además colarse en las nominaciones de los Premios Oscar, un logro destacable para una cinta de superhéroes, aunque solo en categorías técnicas: Mejor Sonido y Mejores Efectos Visuales. En este último apartado también la nominaron en Bafta británicos.
Y aunque no se llevó ni Oscar ni Bafta, sí logró alzarse con galardones en los Premios Saturn, los People’s Choice Awards o los Teen Choice Awards.
Ahora, 20 años después de su estreno, el Peter Parker de Tobey Maguire sigue en boca de los fans de Marvel, y más tras su aparición estelar junto al Spider-Man de Andrew Garfield en la última cinta Spider-Man: No way Home, con Tom Holland como el nuevo protagonista.
Además, algunos medios estadounidenses apuntan a que Maguire también podría tener alguna escena en la nueva cinta de Marvel que está a punto de estrenarse, Doctor Strange en el multiverso de la locura, dirigida también por Raimi.
Tras el estreno de la última de cinta del superhéroe, Raimi habló de la posibilidad de hacer una cuarta entrega de Spider-Man protagonizada por Maguire, asegurando que “todo es posible en el Universo Marvel”.