En este 2022, la asociación de familiares y amigos de personas con Alzheimer y otras demencias de Álava (Afaraba) y la asociación alavesa de Esclerosis Lateral Amiotrófica (Adela Araba) cumplen respectivamente 30 y 25 años de trabajo. Ambas entidades van a ser las protagonistas del cierre de Ondas de Jazz, de un concierto solidario que el Conservatorio Jesús Guridi acogerá el próximo 4 de junio y que estará protagonizado por el violonchelista Matthieu Saglio.

Todo lo obtenido se destinará a las dos citadas agrupaciones, siguiendo así con el camino de ayuda que el ciclo organizado por Jazzargia ha desarrollado durante los últimos años junto a Laboral Kutxa. Esa senda, hasta el año pasado, se tradujo en la edición de siete discos benéficos cuyas ventas se destinaban por completo a diferentes asociaciones sin ánimo de lucro.

Sin embargo, el hecho de que la venta física de CD esté cayendo a nivel general y la llegada de la pandemia, ha supuesto un cambio no en el objetivo pero sí en la forma de llegar a él.

Por eso, en 2021 ya se hizo un primer concierto solidario, con una “magnífica” respuesta del público, según apunta Joseba Cabezas, fundador y director de Ondas de Jazz.

En este contexto, el ciclo, que cuenta desde su arranque hace 16 ediciones con la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, repite en este 2022. Esta vez, todas las miradas estarán puestas en “el mejor violonchelista de jazz del mundo y no lo decimos nosotros”. En concreto, la actuación se producirá ese 4 de junio a partir de las 19.00 horas.

Steve Shehan (percusión), Christian Belhomme (teclados y piano) y Léo Ullmann (violín) serán quienes acompañen a Saglio en la presentación de su última propuesta, El camino de los vientos. Las entradas ya están a la venta a través de la web de Ondas de Jazz.

“Para nosotros la música es vital”, dice Sara Calvo, presidenta de Adela Araba. “Supone una estimulación cognitiva esencial”, añade Miguel Ángel Echevarría, presidente de Afaraba. Por eso ambos ponen en valor la iniciativa que tiene Ondas de Jazz, el apoyo que supone, y la implicación que hay detrás por parte también del Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación a la hora de afrontar esta propuesta.

“Estamos intentando volver a la normalidad en nuestro trabajo” a pesar de la pandemia y eso supone también recuperar la labor dentro de campos como la musicoterapia, según comenta Echevarría, quien durante tantos años se dedicó a la política municipal, un campo que abandonó hace tres lustros para cuidar de su mujer. “Este concierto es un orgullo”.