El presentador (San Feliu de Llobregat, Barcelona, 1957) reconoce que el concurso no sería lo mismo sin él, pues su energía y su sonrisa perenne (trucos para mantener despierto al espectador en la hora de la siesta, confiesa) ya se han convertido en la seña de identidad del programa creado por el barcelonés Sergi Schaaff.
Un cuarto de siglo después de arrancar, Hurtado se muestra satisfecho de haber logrado “hacer marca” con un concurso que se emite los 365 días del año, todo un hito en el salvaje panorama audiovisual actual. Para celebrarlo, La 2 emitirá hoy a las 22.00 un programa homenaje al buque insignia de la cadena pública.
Además de resistir 25 años, ¿Qué diría usted que ha logrado Saber y ganar?
—Lo que ha conseguido sobre todo es fidelizar al espectador y crear una marca. Es muy difícil crear marcas en televisión que tengan una duración y que tengan una presencia. Cuando el programa nació iba por la calle y había gente que me decía “eres el de Cifras y Letras” o “el de Pasapalabra”, ahora todo el mundo sabe qué es Saber y ganar. El concursante que viene tiene muchas ganas de anunciar en redes sociales que está en Saber y ganar y esto sucede porque hemos conseguido hacer una marca. RTVE tiene una marca en esta franja todos los días del año y esto es dificilísimo. Además, tenemos espectadores muy fieles que cada día están esperando que llegue el programa y disfrutan viéndolo.
¿Cómo ha logrado no aburrirse en 25 años y no querer dedicarse a otros proyectos?
—Creyendo en el proyecto y reinventándome. Afortunadamente no hay un guion cerrado en el programa, todo es creado y espontáneo y te obliga a estar muy fresco mentalmente. Hay que crear, inventar cosas, y eso me obliga a estar en la actualidad informativa, de cine, de teatro, de música...
Entonces, ¿nunca ha tenido la tentación de dejarlo?
—No, porque es un programa que ha llegado a funcionar tan bien, que llegas a tantos espectadores cada día, recibes tanto cariño, y además tienes una continuidad profesional. Tal y como está en estos momentos, y siempre ha estado, el mundo audiovisual y periodístico, tan difícil, es afortunado quien tiene una continuidad laboral. Nosotros dependemos de que nos renueven el contrato y así hemos ido celebrando años. Esto te lo tienes que ganar y te lo ganas a base de no bajar la guardia y poner siempre esa intención en el trabajo.
¿Qué significa para usted la palabra magnífico (que se le da a aquellos concursantes que logran estar más tiempo concursando)?
—Los veo muy especiales. Aquí viene una licenciada en Química, pero es que después hay preguntas de Literatura o de Arte que no tienen nada que ver con lo que ha estudiado o lo que se ha preparado. Ser magnífico quiere decir que tienen que tener una cultura amplia, que son personas de mucha curiosidad, que tienen unos conocimientos muy diversos para poder llegar a esa categoría y estar en el programa como los mejores de cada año.
¿Saber y ganar sería lo mismo sin usted?
—No, no sería lo mismo porque han pasado ya tantos años que tú dejas tu personalidad en esa marca, indudablemente. Está muy ligada mi figura al programa. Entonces, sería otro programa, aunque yo creo que Saber y Ganar es un programa que nos va a sobrevivir a todos los que lo estamos haciendo.
En breve cumple 65... ¿le está sonando en la cabeza la palabra jubilación?
—No, no. No te lo planteas cuando tienes salud, tienes ganas de seguir haciendo este trabajo, te gusta, disfrutas. Por lo tanto esto no entra para nada.
Hubo una época en la que usted confesó que le molestaban un poco, pero, ¿Cómo se toma ahora las bromas sobre su eterna juventud?
—Con mucho humor. Puede ser que haya algún momento que quizás algunas cosas puedan molestar, pero en líneas generales yo siempre me lo he tomado bien porque pienso que es un homenaje al programa, a la continuidad, a la buena salud del programa. Entonces está bien que digan todas estas cosas y que jueguen porque hay una imaginación brutal. Yo alucino con los memes que me llegan de todas partes y que están hechos con un nivel de humor e imaginación admirable. Y soy el primero que me río.
¿Es la sonrisa su principal seña de identidad?
—Es una forma de comunicación porque pienso que a esa hora de la tarde, para que no se nos duerma antes de los documentales, hay que llegar al espectador y entonces es vital la mirada y esa sonrisa hace que llegues de una forma más amable porque entras en sus casas y sin pedir permiso, claro.
“Es muy difícil crear marcas en televisión que tengan una duración y una presencia. Todo el mundo sabe qué es ‘Saber y Ganar”
“Mi figura está muy ligada al programa, aunque creo que ‘Saber y Ganar’ nos va a sobrevivir a todos los que lo estamos haciendo”