- Tanto cuando actúan juntos como cuando crean por separado, Iñaki Salvador y Ainara Ortega siempre son una garantía. Por suerte, el maestro del piano y la polifacética artista tienen la buena costumbre de encontrar momentos de vez en cuando para citarse entre ellos y con el público, aunque las apretadas agendas lo pongan difícil. Eso va a suceder este sábado en Araia, donde ambos van a compartir con los presentes un concierto muy especial tanto en las formas como en el fondo. La cita será en el Arrazpi-Berri a partir de las 19.00 horas, aunque desde sesenta minutos antes estarán las entradas a la venta en la taquilla del polideportivo por 3 euros cada una.
La cita, que se ha venido a bautizar como KantAraia, tiene un objetivo muy claro. Se trata, tanto en lo emocional como en lo cultural y, de paso, en lo económico, mostrar el apoyo del público, de la localidad y del territorio a la labor que durante tantos años viene desarrollando la Asociación Musical Germán María Landazabal, una entidad referencial para Álava cuya labor se traduce, por ejemplo, en la realización anual del Fin de Año Musical de Araia.
Con esta propuesta -que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Asparrena y Vaivén Producciones- se pretende mostrar el apoyo a su trabajo desinteresado, a ese sembrar continuo que la asociación lleva a cabo para, en definitiva, hacer de esta sociedad alavesa una comunidad asentada en la cultura. Claro que en ese camino, a veces se encuentran algunas piedras que es necesario superar. En unas ocasiones se puede hacer solo. En otras se necesita compañía.
Para dar vida a esta actuación tan especial y esencial, los organizadores del recital han llamado a la puerta de un Salvador que tiene sus raíces familiares bien implantadas en Araia. Por supuesto, él no ha dudado ni un momento en responder de manera afirmativa a esta invitación, y hacerlo junto a Ortega. Piano y voz en una conversación en la que habrá tiempo para dejarse llevar por "los repertorios que hemos compartido durante dos décadas", como explica el intérprete. Así "sonará euskera, portugués, castellano, inglés, aromas de culturas y lugares muy distantes en el tiempo y en el espacio", o igual no tanto, como explica el propio músico. Así que los alicientes no faltan tanto en lo que se refiere a las razones que motivan la cita como a su contenido y protagonistas. Se trata, por tanto, de disfrutar y apoyar, que no es poco.