- El corazón del imperio producción de Movistar + que se estrena hoy en televisión, “es una serie transgresora” que su guionista, el escritor Santiago Posteguillo, confía en que “no solo divierta, sino que también enseñe”.
Bajo ese doble prisma ha orientado sus conocimientos sobre Roma, junto al director de esta serie documental, Israel del Santo, en la que se otorga un absoluto protagonismo a esas mujeres “a las que se adjudicaron otras etiquetas, pero que tuvieron un peso fundamental en la historia del imperio romano”.
Para enmarcar de la mejor forma la historia de estas mujeres, la misma ha sido analizada y plasmada por un equipo comandado por doctoras en Filología, Derecho Romano, en Historia, Psicología o Arqueología que han buscado “no recontar la historia, sino completar la que ya se conocía”, según Posteguillo.
La serie está protagonizada por actrices como Aitana Sánchez Gijón, Sandra Escacena o Alba Luna, junto a la campeona del mundo de boxeo, Joana Pastrana.
La serie tiene el objetivo de “dar un giro a esa forma en la que se ha contado la historia y otorgar voz a esas mujeres que se salieron del tiesto”. Entre ellas se encuentra Julia Mesa, papel que interpreta Aitana Sánchez Gijón, la primera senadora romana y cuya ambición por ejercer el poder le llevaría a hacer emperador a su nieto de 14 años Heliogábalo, considerado el primer transexual, cuya rebeldía provocó que fuera asesinado por orden de su abuela, para que esta pudiera seguir manejando el imperio.
Sánchez Gijón confesó que siente “querencia” hacia este tipo de “mujeres fuertes, con ambición”, tras interpretar a Juana de Castilla, Juana de Arco o Isabel La Católica. “Es una apuesta inteligente y acertada que narra la historia de mujeres que jugaron un papel muy importante en Roma pero que quedaron relegadas”.
Tanto Sánchez Gijón, como Sandra Escacena (Fulvia -la primera mujer cuyo rostro apareció en una moneda-) y Joana Pastrana, que se pone en la piel de una gladiadora, coincidieron en señalar que haber participado en esta serie ha sido “un descubrimiento”. En el caso de Escacena ignoraba la existencia de Fulvia, una “mafiosa en toda regla” cuya ambición estaba “por encima de los hombres. Y es que aunque pasó a la historia como la mujer de Marco Antonio, llegó a ponerse al frente de ocho legiones”.
Posteguillo incidió en el valor desde el punto de vista histórico “porque se ha contado miles de veces el asesinato de Julio César, pero no cómo recibieron su cuerpo apuñalado su esposa o su amante, Cleopatra, para las que su muerte supuso un antes y un después ”.