la emperatriz Sisi también le ha llegado la hora de renovarse. Sisi, la nueva serie alemana estrenada esta semana en Canneseries, quiere adaptar la historia a las nuevas generaciones abriendo el mito a debates como el feminismo, la gestión de las emociones y una sexualidad más libre.
La serie será distribuida en castellano por Disney+ y consta de una primera temporada de seis episodios, aunque este mismo lunes se anunció su renovación por una segunda temporada. En Cannes, donde se ha proyectado en el marco del festival Canneseries y el mercado Mipcom, ha sido seleccionada como una de las grandes novedades de la temporada televisiva, si bien está fuera de competición.
La pregunta que más ha escuchado el equipo desde que comenzó la promoción es: ¿Por qué una nueva Sisi? El mito de los años 50 protagonizado por Romy Schneider y convertido en un clásico familiar en numerosos países, tenía para los creadores demasiados clichés, de ahí que hayan querido hacer una versión más oscura pero también más fantasiosa y despojada de tabúes.
“Nos hemos tomado algunas libertades para convertir la historia en ficción. Nos aferramos a los grandes puntos. Hay muchas escenas que muestran cosas que no pasaron pero nos sirven para dar más fuerza a los personajes”, explica el director alemán Sven Bohse.
Para él, la serie es una historia de aventuras y no un biopic histórico que busque la exactitud.
Tampoco la trilogía del siglo XX ni la dureza con la que este personaje golpeó a la actriz Romy Schneider han sido un obstáculo para la suiza Dominique Devenport, de 25 años, que encarna ahora el rol de Isabel de Baviera (1837-1898).
“Nunca lo vi como un problema ni me asusté. No queremos reinterpretar a Sisi sino aportar una nueva visión. Estaba feliz de poder interpretar un personaje tan importante. Schneider vivió una tragedia, pero no veo ninguna conexión conmigo”, dice la intérprete.
La serie, producida por Story House Pictures, Beta Film y Satel Film, arranca con la adolescente Sisi masturbándose en su cama, una escena que pone el tono de esta reinterpretación del personaje histórico, más centrado en el carácter de los personajes y en las dificultades que vivieron.
Los conflictos políticos completan el discurso narrativo, con batallas al más puro estilo Juego de Tronos, junto a los maquiavélicos cálculos de la corte de Viena.
“Las cuestiones políticas y las guerras tienen un sentido porque explican por qué Francisco José estuvo ausente y dejó a su nueva esposa sola en el palacio, que fue el origen de todos sus problemas, lo que la cambió como mujer”, dice el actor alemán Jannick Schüemann, en la piel del emperador austro-húngaro.
Puede que haya quien salga decepcionado de esta nueva versión cargada de feminismo, de empoderamiento femenino, de fracasos políticos y de las difíciles decisiones que afrontará la pareja de emperadores.
Para los que, en cambio, se dejen engañar por el tono romántico de los dos primeros episodios, Bohse avisa: “La serie da un giro muy oscuro”.
Esta primera temporada, rodada en Lituania y Letonia y centrada en los cuatro primeros años de la pareja, acaba con la muerte de la hija de ambos, Sofía, otra de las razones que van transformando el carácter de Sisi, que Schüemann describe como “la Lady Di del siglo XIX”.
Por un lado, hay un nuvo proyecto también en Alemania de Netflix, titulado La Emperatriz. A lo largo de seis episodios, Netflix repasa la historia de amor entre Isabel y su esposo, el emperador Francisco José. El reparto principal se dio a conocer hace ya unos meses: Devrim Lingnau y Philip Froissant son la joven pareja de actores alemanes que encarnarán a Sisi y Franz respectivamente.
Netflix afirma sobre la serie: “El personaje de Isabel es descrito como el de una joven adelantada a su tiempo, que se rebela contra las rígidas normas del siglo XIX y de la corte”. La historia se centra en los primeros meses en la corte de Viena tras la llegada de la nueva emperatriz, justo después de casarse.