- Tras un año de ausencia, Cannes abre este martes 6 de julio su 74ª edición, en la que figurarán estrellas consagradas y jóvenes aspirantes a lo más alto. Con ella tratará de hacer frente a la fuerza que en los últimos años ha tomado la Mostra de Venecia. Cannes solo ganó la partida en 2019, con Parásitos, el fenómeno coreano que ganó la Palma de Oro e hizo historia al ser el primer título en llevarse el Óscar a mejor película y a mejor cinta internacional. Un éxito que el certamen busca repetir con una programación de lo más variada.

El siempre polémico Leos Carax será el encargado de abrir una sección a competición que reúne nada menos que 24 películas, de las que solo cuatro están dirigidas por mujeres. En su caso, llegará a Cannes con Annette, un musical protagonizado por Adam Driver y Marion Cotillard, que es el debut en inglés del cineasta francés.

Entre los nombres más conocidos, el estadounidense Wes Anderson, que ha tenido la paciencia de esperar un año para poder estrenar en Cannes. También están el holandés Paul Verhoeven con Benedetta, una historia de amor entre una monja y otra mujer en la Italia del siglo XVII; el francés Jacques Audiard con Les Olympiades, una moderna historia de amor, o el italiano Nanni Moretti, con Tre piani, centrada en las relaciones de un edificio y protagonizada por el realizador, junto con Riccardo Scarmarcio o Margherita Buy.

Uno de los más esperados es el actor y director estadounidense Sean Penn, que llega con Flag Day, una película que dirige y protagoniza, junto a sus hijos Hopper y Dylan.

Pero Cannes va más allá y ofrece varios apartados no competitivos que reúnen una oferta muy interesante.

Es el caso de JFK Revisited: Through The Looking Glass, un documental con el que Oliver Stone ahonda en las nuevas pruebas desclasificadas sobre el asesinato del presidente estadounidense John Fitzgerald Kennedy.

Todd Haynes llegará con otro documental muy esperado, The Velvet Undergruund, y Ari Folman demostrará de nuevo que la animación puede servir para narrar cualquier tema. También documentales Val, de Ting Poo y Leo Scott, sobre la trayectoria de Val Kilmer; New Worlds: The Cradle of Civilization, en el que Andrew Muscato grabó un espectáculo de Bill Murray y el chelista Jan Vogler en la Acrópolis de Atenas, y Babi Yar. Contexte, de Sergei Loznitsa, sobre la matanza de judíos en Ucrania a manos de los nazis.

Matt Damon y Abigail Breslin protagonizan una historia de pérdidas y reencuentros, Stillwater, dirigida por Tom McCarthy; Colin Firth, Olivia Colman y Josh O’Connor, Mothering Sunday, de Eva Husson; la británica Andrea Arnold pone su cine natural al servicio de dos vacas en Cow y la actriz Charlotte Gainsbourg se coloca detrás de la cámara para retratar a su madre, Jane Birkin, en Jane par Charlotte.

Un encuentro enteramente presencial, con medidas bastantes relajadas y sin limitaciones de aforo para los espectáculos. Aun así, Cannes dispondrá de un laboratorio para hacer pruebas a los acreditados; revisará las instalaciones de climatización; reforzará los servicios de limpieza; y la asistencia a las proyecciones será con reserva previa de asiento por internet.

“No podemos asumir el riesgo de decir que todo será normal pero la alfombra roja, las estrellas y los medios estarán en su sitio”, reconoció en la presentación del festival el delegado general del certamen, Thierry Frémaux.