- La teniente Ripley de Alien o la Dana Barrett de Los Cazafantasmas será la imagen de la 69ª edición del Zinemaldia. Tal y como desveló ayer el director del festival, José Luis Rebordinos, Sigourney Weaver ha aceptado la invitación del certamen para protagonizar el cartel oficial de este año. Una edición que por primera vez no hará distinción de géneros a la hora de premiar a los intérpretes y que suma un nuevo galardón dirigido al mejor reparto.

El Zinemaldia ya cuenta con los ocho carteles que darán forma a las diferentes secciones del festival este curso y que tendrán como principal imagen a la actriz norteamericana, Premio Donostia en la tercera y última visita que realizó al certamen en 2016. “Fue una invitada modélica y nos quedamos encantada con ella. Además, nos gusta mucho lo que dice en sus declaraciones, así que se lo propusimos y nos respondió al momento con un sí”, explicó Rebordinos en la presentación de los carteles en Tabakalera.

La donostiarra Eva Villar ha sido la encargada de diseñar los carteles de esta edición, que en el caso del de Weaver parte de una fotografía de Matthew Brookes realizada en Toronto en 2016 y que ha sido seleccionada por la propia actriz. “Le preguntamos si podía escoger alguna y nos mandó tres propuestas. Cuando ya estaba el cartel hecho, se lo enseñamos y lo aceptó enseguida. Fue muy rápido”, desveló el director del festival, reconociendo que difícilmente la protagonista de la saga Alien estará en Donostia en septiembre al coincidirle las fechas con un rodaje.

Nominada hasta en tres ocasiones al Óscar y ganadora de dos Globos de Oro, Weaver ha trabajado con cineastas de la talla de Riddley Scott, Peter Weir, James Cameron, Roman Polanski y David Fincher, en los que no han faltado grandes taquillazos como Gorilas en la niebla, Avatar o las mencionadas Los Cazafantasmas y Alien, el octavo pasajero. Precisamente, su debut en el cine con este filme que le trajo por primera vez a Donostia en 1979. No fue hasta 20 años después con Mi mapa del mundo cuando regresó al festival donostiarra, donde también estuvo hace cuatro años presentando Un monstruo viene a verme junto al cineasta J.A. Bayona.

Con este, el Zinemaldia ya suma cuatro ediciones en los que un reconocido intérprete ha prestado su rostro al festival: Isabelle Huppert, Penélope Cruz, Willem Dafoe y, ahora, Sigourney Weaver. Esta línea de trabajo ya marcada la ha respetado la diseñadora Villar, que ha querido “comunicar alegría” en tiempos en los que el covid por fin parece perder terreno con una serie de brochazos de pintura que aparecen en prácticamente los ocho carteles. “La paleta de colores es el foco de la intención humana y la cultura. Luego, cada cartel es simple y se basa en lo que debe aportar cada sección al festival”, explicó.

Entre los diferentes adelantos que Rebordinos dio de cara a este año está el de prescindir del género en los premios de interpretación. Así, a partir de esta edición y siguiendo la estela marcada previamente por la Berlinale, no habrá premios al mejor actor y a la mejor actriz, sino que se entregará un galardón de forma neutra. Eso sí, la puerta sigue abierta a que haya más de un intérprete galardonado, ya que se mantiene la distinción ex aequo.

“El cambio obedece a la convicción de que el género, una construcción social y política, deja para nosotros de ser un criterio de distinción en la actuación. Son momentos de cambio y de toma de decisiones. Seguimos con atención los debates que en estos momentos se producen en el interior del movimiento feminista sobre este y otros temas. No tenemos certezas, pero sí voluntad de seguir evolucionando y ayudando a construir una sociedad más justa e igualitaria”, apuntó el máximo dirigente del festival.

Además, desde esta edición se añade un nuevo premio al mejor reparto con el objetivo de poner en valor a “los actores que en muchas ocasiones no son considerados” para los principales galardones y que deberían ser también reconocidos. Sobre el impacto que tendrá este año el covid en el desarrollo del certamen, Rebordinos se mostró esperanzado con poder mantener la presencialidad en todas las secciones, incluida la retrospectiva al cine coreano de los años 50 y 60 que tuvo que ser cancelada el pasado curso. “Confiamos en ampliar el número de proyecciones y la capacidad de aforo de las salas respecto al pasado año, y también queremos recuperar el glamour en la alfombra roja”, adelantó.

Lo que se llevará a cabo de manera mixta seguirá siendo los encuentros para la industria, que volverán a combinar lo físico con lo virtual, y, de igual manera, el Velódromo tampoco se convertirá en una sala de cine por segundo año consecutivo. En cambio, el certamen recupera la sección Klasikoak en la que se proyecta una joya del séptimo arte restaurada.

Fuera de los nueve días propios del Zinemaldia, el festival también tiene mucho que decir y, por este motivo, ha creado el distintivo Z365 para las diferentes actividades que organiza durante el resto de meses. Bajo este sello se anunciarán las noticias de las próximas semanas, ya que, tal y como apuntó Rebordinos, los anuncios sobre la 69ª edición del festival tardarán algo más en comunicarse este año al haberse retrasado Cannes a julio.