La pandemia ha hecho que desde hace poco más de un año, la presencia de artistas y grupos llegados de otros países sea casi imposible. Aún así, los italianos Talco anunciaron ayer su primera gira por la península tras la aparición del covid-19, un tour por ciudades “cerradas”, según explica el propio grupo, que tocará entre el 15 y el 23 de mayo en Barcelona, Madrid, Zaragoza, Gasteiz y Valladolid. En el resto de ciudades, las actuaciones tendrán lugar en salas de conciertos, salvo en el caso de la capital alavesa, puesto que la banda asegura que estará el 22 en el Iradier Arena.

De momento, la venta de entradas para el resto de actuaciones ya se ha puesto en marcha, estando los pases a 19 euros en anticipada y 23 si se espera a pasar por taquilla y quedan huecos libres, puesto que la reducción de aforos es una constante en todos los sitios. La única excepción por ahora la marca Vitoria, puesto que no está claro todavía cuándo y cómo se va a poner en marcha la programación en la que diferentes promotores del territorio están trabajando para llevar a cabo en el espacio de la plaza del Renacimiento.

De hecho, las propuestas iban a empezar este mismo mes de abril pero eso ya ha quedado descartado, lo que ha implicado cambios en el único concierto que, por ahora, estaba anunciado. Así, dentro del festival Jalgi Voz, la propuesta A Boy & a Girl, que contará con Magalí Sare (voz) y Sebastià Gris (guitarra eléctrica, pedales y lap steel), no se producirá el 23 de abril en el Iradier sino en la sala Kubik. De hecho, las entradas para poder acudir están desde esta semana la venta.

Con todo, la idea es que en mayo sí se pueda poner en marcha el proyecto que busca, ante todo, que los programadores locales puedan llevar a cabo sus propuestas contando con mayores aforos ya que, en estos momentos, sus sedes no son rentables con las restricciones de asistencia. Y en ese marco se sitúa la actuación de Talco, que quiere volver por estos lares para desgranar los temas de su último disco, Locktown, un trabajo muy marcado por la actual situación pandémica.

De hecho, el grupo ha creado para editarlo y presentarlo una especie de versión de sí mismo bautizada como Talco Maskerade. Los componentes son los mismos, pero caminando por sendas más cercanas a lo acústico, al folk, a una propuesta adaptada a estos tiempos de aforos reducidos, espectadores sentados, geles y mascarillas. Un álbum que tiene su traslación al directo en los mismos parámetros y que es el espectáculo que se traerá en mayo, aunque a alguno le parezca complicado imaginarse en estos términos a la formación de ska punk.

Temas ya conocidos y canciones creadas para este proyecto de manera específica se dan la mano en un disco con el que los italianos quieren reencontrarse con su público, con el que tantas veces han saltado y bailado en conciertos que ahora mismo parecen tan lejanos como imposibles de volver a vivir.