- “Guantánamo no es lo que EEUU somos como país”, lamenta la actriz y directora en una entrevista con Efe. Doble ganadora del Oscar a la mejor actriz (Acusados, 1988; y El silencio de los corderos, 1991), Foster afronta en The Mauritanian un delicado reto al interpretar a una abogada convencida de que debe defender a cualquier persona, aunque sus clientes, en ocasiones, hayan podido cometer los peores actos. Un extraordinario Tahar Rahim, en la piel de un preso de Guantánamo, le da a Foster la réplica en esta reivindicativa y humanista cinta que se estrena el 12 de febrero, que cuenta con Benedict Cumberbatch y Shailene Woodley en su robusto elenco, que está basada en hechos reales, y que ha sido dirigida por el ecléctico Kevin Macdonald (El último rey de Escocia, 2006).
‘Da 5 Bloods: Hermanos de armas’, ‘El juicio de los 7 de Chicago’, ahora ‘The Mauritanian’... ¿Por qué el Hollywood actual está tan interesado en la política?
-Me parece que esta película es muy relevante por lo que está sucediendo ahora. Sin duda, después del 11-S cuando todo el mundo estaba lleno de venganza, miedo e ira, era importante tener un poder judicial como equilibrio para que nuestro sistema siguiera funcionando.
Su personaje cree firmemente que todo el mundo tiene derecho a la defensa. Pero, desde un punto de vista personal, ¿cómo consigue representar a gente que tal vez haya hecho cosas terribles?
-Eso le ha pasado una gran factura a Nancy como persona y yo quería de verdad llevar eso a la pantalla. Ver cómo su misión en la vida, una misión muy noble de que la Constitución se debe defender a todo coste, también la ha obligado a tener este tipo de muro alrededor de ella.
Barack Obama intentó cerrar Guantánamo pero no pudo. ¿Qué espera de Joe Biden en este sentido?
-Guantánamo se cerrará porque es demasiado cara. No tiene sentido. Y lo que deja al descubierto esta película es que no debería haber un mecanismo de la justicia estadounidense que específicamente funcione fuera para que no tengamos que seguir ninguna de nuestras reglas. Es inhumano: no es lo que somos como país.
Ha mencionado que EEUU reaccionó con miedo tras el 11-S. ¿Cómo se sale de eso?
-Es una buena pregunta. Y creo que esta película la explora. Una de las maneras de hacerlo es mirar a nuestro pasado y revisitar nuestra historia. Hacemos ese proceso de verdad y reconciliación y decimos: ¿Cómo podríamos haberlo hecho mejor? ¿Dónde metimos la pata? ¿A quién dejamos atrás y a quién hicimos daño?. Tenemos que volver a las partes oscuras de nuestro pasado y entenderlas para no hacerlo de nuevo.