En contra de lo sucedido hace justo doce meses, el festival Viphoto está desarrollando su actual edición con un programa mucho más constreñido. La pandemia manda y es imposible, por lo menos de manera presencial, desplegar el amplio abanico de actividades que caracteriza al certamen en su actual etapa. Aún así, el covid-19 no ha conseguido paralizar del todo la propuesta organizada por la Sociedad Fotográfica Alavesa, que, por lo menos, está pudiendo llevar a cabo tres exposiciones.

Una de ellas, de hecho, ya ha cerrado sus puertas, la realizada en el espacio expositivo de la Fundación Vital contando con varios creadores locales. Aún así, el público sí puede acercarse a las dos muestras que son resultado de la convocatoria de apoyo a la producción que lleva a cabo Viphoto. En 2019, esta ayuda fue a parar, por un lado, a Helena Goñi, quien, como ya publicó este periódico, comparte desde hace semanas Un océano muy frío en Montehermoso, donde va a permanecer hasta el 17 de enero; por otro, Cecilia de Val consiguió también el respaldo del festival para Pic of the Midday, cuyo resultado se puede ver desde ya hasta el próximo 7 de febrero en la sala Amárica.

“Ha sido un trabajo muy especial porque la exposición estaba en todo momento pensada para este espacio y he estado trabajando sin saber de verdad si, al final, se iba a poder mostrar aquí” a causa de la pandemia. Aún así, la artista zaragozana ha podido cerrar el círculo abierto hace un año con una propuesta en la que la fotografía, la escultura y la instalación se funden.

Desde la experimentación y la investigación, la artista parte de la idea de que la fotografía, en estos tiempos de lo digital y del exceso de representación, está transformando su sentido e interés. Ir a la esencia, como ella dice, es la propuesta, para lo cual se sirve de Instagram y de aquellas imágenes que comparten etiquetas muy seguidas. Esas instantáneas que no tienen soporte físico, ella las lleva al papel, las materializa, para fragmentarlas, sumergirlas, transformarlas.

Así, la fotografía que era gaseosa pasa a ser líquida, siendo convertida entre medio en sólida. El juego está servido por De Val, que reflexiona así sobre el concepto de No-Fotografía en la era digital y sobre la relación entre la imagen y lo textual. Es decir, sobre la sociedad actual.

A lo largo de toda la sala, estos propósitos se van materializando en imágenes que, en varios casos, se sirven de la escultura y de la instalación para concretarse, un camino que la artista dice querer seguir desarrollando de cara a futuro. “Ante el exceso de representación que existe hoy en día en la fotografía, sobre todo por el uso de las nuevas tecnologías, hubo un momento no hace tanto en el que me planteé si tenía algo que contar”, una inquietud de la que nace este proyecto, que tuvo una primera fase de cara al público en marzo del año pasado en Madrid y que ahora se completa gracias al apoyo conseguido en el festival Viphoto.