Más de uno podría pensar que el mero hecho de que todo se haya podido celebrar casi como estaba previsto, es ya una magnífica noticia. Solo dos obras, una en el Jesús Ibáñez de Matauco y otra en el Félix Petite, no se han podido llevar a cabo, en ambos casos por el covid-19. Aún así, la cuadragésimo quinta edición del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz ha querido hacer balance, más allá de que la pandemia ha obligado a que la segunda parte del ciclo Off Lokal se vaya a llevar a cabo a mediados de diciembre. Y en ese análisis la sensación es “muy satisfactoria” en lo cuantitativo y en lo cualitativo.
Las cifras, si se miran de manera fría y se sacan de contexto, reflejan a las claras una caída sin paliativos en el número de asistentes: de 15.132 en 2019 a 7.508 en este 2020. Pero es evidente que hay que leer los números en una situación en la que todas las obras se han desarrollado con un fuerte recorte de aforos -cabe recordar que en tres espectáculos en el Principal, incluso se tuvo que dejar fuera a 135 personas que ya tenían sus pases al entrar en vigor nuevas restricciones-, en la que se han tenido que adelantar los horarios de manera considerable, en la que el certamen se ha quedado sin presencia internacional, en la que se ha contado con un 22% menos de presupuesto... Con todo, no hay que perder de vista que este año la ocupación media ha sido del 95,25%, frente al 86% de hace doce meses.
Por todo ello, según la Red Municipal de Teatros, se “ha alcanzado un balance en cifras y calidad, muy satisfactorio considerando que la apuesta era retomar la actividad escénica, recuperar muchos de los montajes cancelados en el período marzo-julio, mantener la apuesta por los nuevos lenguajes escénicos y arriesgados, y afianzar la creación local”.
“El derecho al acceso a la cultura mundialmente reconocido está por encima de los criterios de rentabilidad económica y de la situación generada por la pandemia”, apuntan desde el Ayuntamiento de Vitoria, sin perder de vista que varios montajes colgaron el cartel de completo, y que han crecido los porcentajes de asistencia a propuestas como las del abono de euskera.